El lavadero situado en el Camiño da Granxa podría trasladarse si, finalmente, existe consenso entre los vecinos de la zona. Pese a que en un principio el Concello era reacio a la idea de mover una construcción protegida por ser un Bien de Interés Público, finalmente, podría cambiar su ubicación y ser recolocado en la Plaza Leopoldo Nóvoa, que parte como primera opción.
La nueva postura del Concello se explica por el hecho de que la construcción allí situada dificulta la mejora que actualmente se está realizando en el Camiño da Granxa, ya que la remodelación del paso en esa zona no iría acompañada de una ampliación del ancho, lo que, según la portavoz vecinal, Laura Ferreira, "provocaría el mismo embudo que hay actualmente cuando se cruzan dos coches".
De este modo, la solución pasa por establecer una recogida de firmas en la que quede reflejado el consenso vecinal entre los afectados. Si una amplia mayoría respalda el traslado, el Concello podría dar luz verde. En principio, la próxima semana está previsto que los vecinos se reúnan para intercambiar posturas y pareceres.
Obra parada
Mientras, los trabajos de mejora del Camiño permanecen paralizados. La obra dividida en tres fases se encuentra en el primero de los períodos., que abarca desde la Iglesia hasta la mitad de la senda. De lo proyectado, queda por rematar los canales de aguas subterráneas y pluviales y rematar los muros pendientes. La idea del Consistorio es reiniciar las obras "inminentemente" según se le trasladó a los vecinos para terminarlas en un plazo de dos semanas.
Una vez finalizada esta primera fase, y mientras se dirime la ubicación del lavadero, está previsto que la segunda etapa comience después del verano.
