La San Silvestre pontevedresa de esta tarde, en la que se aguarda la presencia de más de seis mil corredores en las calles para despedir el año deportivo, obliga a la Policía Local a establecer un dispositivo circulatorio en todo el recorrido que afecta al tráfico en al menos una quincena de calles, si bien buena parte del recorrido es por áreas peatonales. No obstante, coincide con una de las jornadas de circulación más densa de las navidades.

La prueba comienza a las cinco de la tarde desde la avenida de Montero Ríos y tiene una longitud de 3.940 metros por Riestra, Oliva, García Camba, Andrés Muruais, plaza de Galicia, Augusto García Sánchez, plaza da Liberdade, Reina Victoria, Alameda, Enrique Marescot, General Martitegui, Concepción Arenal, Pardo Bazán, Arzobispo Malvar, plaza del Muelle, Barón, Enfesta de San Telmo, rúa da Ponte, Celso García de la Riega, Valentín García Escudero, Sierra, avenida de Buenos Aires, Irmáns Sobrino Buhigas, Cruz Roja, Padre Amoedo, Sarmiento, Méndez Núñez, Real, Curros Enríquez, Soportales, Antonio Odriozola, plaza de la Peregrina, Michelena, plaza de España y Montero Ríos.

La Policía Local explica que el dispositivo no implica prohibiciones de aparcamiento en el recorrido, pero sí advierte de que los coches que estén aparcados en las calles afectadas no podrán moverse hasta que finalice la prueba. Asegura que los cortes serán "puntuales" de manera que el tráfico se restablecerá tan pronto pase el último corredor.

Al iniciarse en calles con más intensidad de tráfico, en especial plaza de España y Reina Victoria, se calcula que en un máximo de 15 minutos después del inicio, esas zonas quedarán despejadas.