La abstención del PP permitió ayer al BNG aprobar, con el voto favorable de sus doce concejales, su propuesta para establecer los cargos con dedicación exclusiva así como sus retribuciones. Finalmente serán, tal y como aspiraba el gobierno local, ocho concejales liberados del BNG (cantidad ampliable en el futuro a los 12 miembros del ejecutivo), dos del Partido Popular y uno de los socialistas. Precisamente PSOE, Marea y Ciudadanos votaron en contra de este reparto de las dedicaciones exclusivas al entender que no es "ecuánime" con los partidos de la oposición.

Los más beligerantes en sus intervenciones fueron los portavoces del PSOE, Agustín Fernández, y de Marea, Luis Rei. Quien fue socio de gobierno de Lores en el anterior mandato acusó a los nacionalistas de mostrar "una rigidez de cintura incomprensible" durante las negociaciones y aseguró que el Bloque solo mostró "voluntad de acuerdo con el PP". A este respecto, Agustín Fernández insinuó que este primer pleno puede ser un anticipo de los próximos cuatro años de mandato en los que augura una entente entre el BNG y los populares. Señaló que puede ser "el comienzo de una gran amistad en la que mantendrán peleas en lo intrascendente y acuerdos en lo relevante".

Falta de confianza

Los socialistas aseguran que su oposición al reparto diseñado por los nacionalistas nada tiene que ver con el número de concejales liberados del gobierno, sino por tratarse de "un reconocimiento explícito" de la "falta de confianza" de Lores en su equipo. "Va a presidir un gobierno de liberados en el que el trabajo lo van a hacer cinco directores generales, un intendente de la Policía y un responsable de protocolo", además del personal eventual, aseguró Tino Fernández.

Luis Rei, de Marea, pidió al gobierno local que Pontevedra se sume "a las ciudades rebeldes" empezando por la reducción de las retribuciones de concejales y alcaldes como ocurre con Santiago, Ferrol o incluso Madrid y Barcelona. "No se lo pedimos porque les tengamos manía, sino por su bien, para que piensen en recuperar esa condición de personas comunes", añadió Rei. Desde Marea se insiste en la necesidad de recortar, sobre todo, el coste "de la estructura política" del gobierno local, empezando también por los gastos de representación. Rei los cifró en 1,5 millones en el pasado mandato y cree que son una fórmula de "engordar" las retribuciones de esta "estructura política" en el Concello. Pide reducir a 6 las dedicaciones exclusivas.

Desde Ciudadanos, María Rey también manifestó su oposición a un sistema que cree que no es "ecuánime" y que deja unos "recursos insuficientes" a la oposición impidiendo, por ejemplo, que puedan contar con una persona de apoyo. "Esto impide que se pueda realizar una oposición digna".

Desde el PP, que el año pasado libró una agria batalla con Lores por las dedicaciones exclusivas, se justificó la abstención insistiendo en que el 24 de mayo los pontevedreses "hablaron y decidieron que gobernase el BNG". Por ello, considera adecuado permitir que "se organicen como quieran, dado que deben ser ellos quienes tengan la iniciativa", señaló Jacobo Moreira. Con todo, adelantan que una vez resueltas estas cuestiones organizativas, empezarán a centrar su acción en plantear medidas cruciales para el futuro de Pontevedra y a fiscalizar al gobierno.

Por parte del BNG, César Mosquera explicó que su propuesta se basaba en dos "criterios claros" como son que "nadie salga beneficiado por el ejercicio de su cargo, pero tampoco perjudicado" y que "gobierno y oposición tengan los medios reales para ejercer su función". Tras recordar que el número de dedicaciones exclusivas bajan de las 13 del anterior mandato a las 11 actuales y que es el gobierno el que pierde dos concejalías liberadas por dos que gana la oposición, aseguró que "nunca vi, ni en el Concello ni en la Diputación, una oferta tan generosa con la oposición como esta". Asegura que el gasto global de la Corporación "se mantiene igual" y que caen en un 27% los recursos que percibe el gobierno mientras "se incrementa un 282% el gasto en la oposición". Lamentó que no hubiera sido posible llegar a acuerdos con todos los grupos políticos pero aseguró que "lo que tampoco puede ser es un gobierno que no tenga medios para hacer su trabajo y la oposición sí".

Mosquera justificó que hayan dejado abierta la puerta a ampliar el número de liberados en el ejecutivo: "Es solo porque aún no descartamos poder llegar a un gobierno de coalición el futuro".