La investigación que trataba de esclaracer el supuesto caso de acoso por parte de cuatro menores a una profesora del colegio San Narciso ha quedado archivada. La falta de pruebas concluyentes ha llevado a Educación y al propio centro a finalizar sus respectivos procedimientos sin ningún tipo de sanciones. Al parecer, el borrado de los increpantes mensajes por parte de la propia denunciante ha impedido seguir la causa. "No quiere decir que no haya pasado, pero no hay pruebas aclaratorias", apuntan desde esta consellería de la Xunta. Fuentes próximas al procedimiento judicial han apuntado que éste también se sobreseerá.

El Gobierno gallego desiste de continuar con este proceso transcurrido un mes desde que estas circunstancias salieron a la luz . Desde Educación, ante la gravedad de los hechos que la docente denunció ante la Policía, optaron por poner en marcha el protocolo existente para estos casos, como también se hizo desde el propio centro. Pero la dificultad para obtener resultados concluyentes acerca de los presuntos comportamientos hirientes adoptados por los menores ha desencadenado el archivo del proceso en el propio centro en la consellería, así como también sucederá por parte de la Fiscalía de Menores según han apuntado personas próximas a este último ámbito.

Éstas también han detallado que habría sido el borrado de los whatsapp acosantes, por parte de la propia denunciante, lo que se ha convertido en un obstáculo para dar pasos en la investigación. De hecho, desde Educación, sin cuestionar la versión que denunció esta profesora de Lengua Española y Francés, han achacado a la carencia de datos demostrables el archivo de la investigación. Ni habrá expulsiones ni ningún tipo de sanciones. Y eso a pesar de que desde la propia dirección del centro se apreciaban "trazas delictivas" en esos hechos, que calificaban de "muy desagradables". Además, puntualizaban en su momento que la denunciante estaba "muy afectada".

Comportamientos burlescos y amenazantes, ofensas personales y expresiones fuera de tono figuran entre los improperios que esta mujer denunció haber sido víctima por parte de jóvenes de 15 y 16 años. Desde la gestión del colegio concertado apuntaron que fue en abril "cuando se tuvo que atajar la situación", iniciándose así los mecanismos ya previstos en la normativa escolar. Un proceder que ahora deja paso a una "normalidad" que desde el colegio aseguran que, a pesar de todo, apenas se perdió.

"Con los alumnos y sus padres se habló ya en el puente de mayo", relató hace unas semanas un responsable del San Narciso, recalcando que, al margen del revuelo generado, el centro siempre afrontó la actividad diaria "con total normalidad". Muestra de ello es que la denunciante y tres de los adolescentes (el cuarto ya no estudiaba en este centro) compartían aula.

El controvertido episodio parece que recibe carpetazo definitivo con el sobreseimiento que se habría ordenado judicialmente. La investigación tenía en el fallido análisis a las comunicaciones por móvil y en redes sociales una de sus principales líneas.