Una profesora del colegio San Narciso Padres Paúles de Marín ha denunciado a cuatro alumnos de cuarto curso de la ESO, por supuestas amenazas, acoso y extorsión. La docente, que imparte lengua castellana en este centro, viene sufriendo el fenómeno ahora conocido como bullying desde hace más de un año, según informan desde el propio centro escolar.

Se ha decidido ahora a denunciarlo en el juzgado, ante el agravamiento de la situación y animada por su marido y compañeros, que le instaron a emprender acciones legales para atajar el problema.

Los hechos se remontan al pasado curso, cuando los denunciados, chicos de entre 15 y 16 años, comenzaron a hacer burla de la docente, mediante mensajes y anónimos que hacían llegar a la propia afectada, mofándose de cuestiones personales. Lo que comenzó como bromas de mal gusto, se agravó cuando la afectada puso el asunto en conocimiento de la dirección, que intentó mediar entre los chicos y la profesora, para poner fin al asunto.

A partir de entonces -según explican los compañeros de la afectada- los chavales radicalizaron sus burlas y el acoso a la docente, con amenazas e insultos que entraban ya en el ámbito de lo delictivo.

Desde el centro explican que la profesora afectada se mostró desde el primer momento dispuesta a perdonar a los chavales y a tratar de llegar a una conciliación para no tener que denunciar los hechos. Pero lejos de deponer su actitud, en los últimos meses los acusados habrían radicalizado sus supuestas amenazas y coacciones. El último ataque, mediante mensajes de móvil y comentarios en redes sociales, se produjo la pasada Semana Santa.

Bullying

En medio de todo este proceso, el colegio trató no solo de convencer a los implicados para que depusieran su actitud, sino que incluso organizó unas charlas específicas sobre bullying y ciberacoso, destinadas a evitar estas situaciones. Los implicados no asistieron a estas jornadas.

Antes de llegar a la demanda penal, el director del centro se reunió con los jóvenes para explicarles las posibles consecuencias de estos hechos, pero los chicos negaron ser los autores de dichos mensajes y amenazas.

Les explicó también las consecuencias que estos hechos, de llegar a demostrarse, tendrían conforme al Reglamento de Régimen Interno, que podrían llegar a una expulsión temporal o un cambio de centro. Sin embargo, una vez que la afectada se ha decidido a poner el asunto en manos de la justicia, el centro aguarda a conocer el resultado de las pesquisas policiales o la decisión judicial, antes de tomar medidas.

Desde el centro escolar se apunta además que los implicados pueden ser tanto alumnos del colegio como incluso otros chicos ajenos a la institución, o que hayan cursado estudios en ella en el pasado. Subrayan además que los implicados niegan los hechos, por lo que la justicia deberá dirimir quien dice la verdad.

En los últimos días agentes de la Policía Nacional visitaron el centro y se entrevistaron con la dirección y con la afectada, para tratar de esclarecer estas cuestiones.

Por su parte, los compañeros de la afectada la definen como una "buena profesora y buena persona, pacífica y conciliadora" por lo que aseguran no comprender el origen de todo este conflicto. De hecho, recuerdan, la perjudicada soportó toda esta situación durante muchos meses sin decir nada, hasta que las amenazas e intentos de extorsión la asustaron de tal manera que informó de ello a su marido y a las personas más próximas.