Hay oferta de suelo disponible y a precios muy bajos, iniciativas incluso vanguardistas que se mantienen en el tiempo y avanzan y un ligero repunte del empleo en el sector pero aún así la industria local no encuentra un modelo propio de desarrollo ni el empuje necesario para asumir el papel de motor económico que lidere la salida de la crisis en Pontevedra. Este análisis es compartido por organizaciones empresariales como Aempe o la CEP y sindicatos como UGT y CC OO, que apuestan por el sector secundario para cimentar el necesario crecimiento de la capital y su comarca.

La persistente crisis no ha impedido que en el último año distintas actividades vinculadas a firmas de la automoción, del metal, transformadoras del mar y paradójicamente del naval, que atraviesa uno de los peores momentos de su historia, experimentasen un cierto impulso lo que se ha traducido en un repunte del empleo. De acuerdo con el último informe de la EPA, correspondiente al cuarto trimestre del 2012 Pontevedra acabó el año con 2.571 dados de alta como trabajadores de la industria en el municipio, cerca de trescientos más que los contabilizados a 31 de diciembre de 2011.

Este dato positivo, sin embargo, no oculta el hecho de que la debacle de la industria textil y el goteo de cierres de firmas auxiliares del metal, otrora con presencia significativa en el tejido empresarial pontevedrés, no se han compensado con nuevas iniciativas. Además augurios sobre nuevos nichos de actividades económicas como los recogidos en un reciente informe de la CEG que señala a la industria del papel como uno de los ejes del futuro desarrollo del país, no tienen por ahora eco en la comarca y ello a pesar de que en Pontevedra está radicada una de las fábricas de Ence, la compañía que el citado informe señala como catalizador de dicho desarrollo.

Empresarios y trabajadores han reprochado, en distintos foros y con matices diferentes, al gobierno local y a la Xunta de Galicia que no fuesen capaces de promover un plan estratégico que definiese las líneas básicas y los objetivos de un modelo de desarrollo consensuado con los agentes sociales y que sirviese de base para un gran pacto sobre la industrialización y el empleo.

El ligero repunte industrial registrado en el último año en Pontevedra, en cualquier caso, no modifica el papel secundario que juega este sector en la economía y el empleo locales. Un rol secundario, y en retroceso, que juega también la construcción, en otros tiempos bandera de la ciudad debido a la existencia de muchas y prestigiadas firmas, que desaparecieron o quedaron reducidas a la mínima expresión tras cinco años de crisis del ladrillo "que no ha tocado fondo", en palabras del presidente del Grupo Indeza, Ángel Fernández Presas.

La última EPA dejó constancia de que al cerrar el año 2012, las constructoras y promotoras inmobiliarias de Pontevedra daban trabajo a 1.840 personas.

Los 4.411 operarios de la construcción e industria de la ciudad suman poco más del 16% de total de los trabajadores en activo de la ciudad del Lérez. Sectores que también son minoritarios en la relación de negocios dados de alta en el censo municipal de actividades económicas: 6.103 al inicio del 2013.

Sector terciario

Es el sector terciario, el de servicios en un sentido amplio, el que tiene el papel protagonista en la economía local. Los servicios públicos, el comercio y la hostelería copan el grueso del empleo en Pontevedra. Su doble condición de capital administrativa y cabecera de comarca explican esta especialización.

El censo de actividades económicas y el balance de la Encuestas de población activa acreditan el peso del sector terciario pues entre las 6.103 actividades económicas dadas de alta en el registro municipal hay cerca de 2.000 comercios al por menor y 1.200 establecimientos hosteleros. Todo ellos, a pesar de estar articulados en torno a sociedades unipersonales, microempresas y pymes, tenían al arrancar el año 6.973 asalariados dados de alta en la Seguridad Social.

Pero son las administraciones (loca, autonómica y estatal) las grandes "empleadoras" de la ciudad ya que tienen en nómina, como funcionarios o como contratados laborales, a alrededor de 14.000 pontevedreses.

En términos absolutos, la EPA acredita que 22.243 trabajadores en activa que tenía la ciudad al cerrar el 2012 eran empleados públicos y del sector servicios o lo que es lo mismo ocho de cada diez pontevedreses en ejercicio desarrollan su actividad profesional en el sector servicios.