El Tribunal Supremo determinó hace aproximadamente un año que los estudios superiores de enseñanzas artísticas como los que imparten algunos centros de arte dramático, conservatorios o la Escola de Restauración de Pontevedra no podían conducir a la obtención de título de Grado a menos que estén adscritos a una universidad. Como resultado, los alumnos no pueden acceder a otras fases formativas (caso del doctorado) ni presentarse a algunas oposiciones, de hecho una reciente resolución de la Generalitat entiende que esa formación es simplemente "méritos" y en ningún caso permite participar en los concursos en los que se exija titulación universitaria.

Desde el momento en que se hizo público el fallo del Tribunal Supremo "nos movilizamos y luchamos para que se nos de una solución, porque perdemos muchos derechos", explica Arianna Francescutto, representante de los alumnos de Restauración. Éstos aprobaron en asamblea un comunicado en el que demandan de la Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria y de las universidades gallegas "los diálogos y consensos necesarios" para que estos centros se adscriban a las universidades.

"Tenemos competencia directa de universidades como Granada, Barcelona o Madrid, que imparten el título de grado. Nosotros no nos acogimos a ese plan de estudios porque nuestra apuesta es por una oferta más científica y ahora reclamamos nuestro derecho a tener el título en el que nos matriculamos", añade la representante de los alumnos.

Éstos no descartan acudir a la vía legal para que se les reconozca el título que han cursado. "Nosotros nos matriculamos en un grado, algo que fue determinante para que eligiésemos el centro, es algo por lo que estas enseñanzas llevan luchando desde los años ochenta, nos tratan como escolares, como alumnos de un centro de Secundaria, cuando somos universitarios y tenemos que sacar adelante el prestigio de la profesión", subraya Diego Iglesias, también representante del alumnado.

En general, el claustro y los alumnos consideran "lógica y no demasiado complicada" la adscripción a la Universidad de Vigo "y nos beneficiaría a todos, ya que por ejemplo podríamos compartir recursos y espacios con Bellas Artes", añaden los portavoces de los estudiantes.

¿El obstáculo para la adscripción? "Que la Xunta se niega y ese proceso depende de la autonomía, el Ministerio no tiene tanta responsabilidad... El conselleiro dice que lo nuestro es una pataleta pero la pataleta no es nuestra sino suya, supone ignorar nuestras necesidades".

Los alumnos de la Escola de Restauración insisten en que viven "una situación excepcional, incluso no se da ni en otros países de nuestro entorno" y proyectan un festival reivindicativo con el apoyo de conservatorios y centros de arte dramático.