El aparcamiento subterráneo de la calle Antón Fraguas, vinculado a la urbanización Veteris todavía no tiene el futuro garantizado pese a que abrió sus puertas el pasado 25 de octubre. Tras más de cuatro meses de funcionamiento, con una licencia provisional, los recursos judiciales contra esta instalación se acumulan, toda vez que una sentencia de 2007, ahora recurrida, anulaba la modificación del Plan de Urbanismo que amparaba este tipo de concesiones.

En el marco de este entramado de iniciativas judiciales, la magistrada de lo Contencioso-Administrativo número 3 de Pontevedra acaba de desestimar la petición de que se proceda al cierre cautelar de este polémico aparcamiento al entender que cubre un servicio público "más bien escaso" en la ciudad. Esta petición de clausura había sido formulada por la empresa Tejima, que gestiona otro estacionamiento privado en las proximidades del Hospital y que siempre ha intentado frenar el proyecto de Veteris durante la década de tramitación que acumula este parking.

En concreto, Tejima recurrió los acuerdos municipales del pasado verano (del 12 de julio y del 16 de agosto) por los que se aprobaba el proyecto de concesión y las condiciones por las que se logró la apertura del recinto en octubre. En ese recurso se solicitaba la "suspensión de la ejecución de los acuerdos impugnados", lo que supondría el cierre cautelar del parking. La magistrada establece en su auto, fechado el pasado mes de enero, que "impone atender no tanto a los intereses privados "que se ven perjudicados con la adopción de los acuerdos objeto de recurso (básicamente los intereses económicos de la recurrente, que ni siquiera ha intentado cuantificar con su solicitud) como a los intereses generales representados en este caso por la prestación de un servicio a favor de los ciudadanos de Pontevedra y que se cubren en este caso con la incorporación al mercado hasta ahora existente, más bien escaso, de un nuevo aparcamiento urbano".

El auto, que aún es recurrible, añade que "hay que llegar a la conclusión de que no se acredita suficientemente la presencia en este caso concreto de todos y cada uno de los requisitos doctrinales y jurisprudenciales exigidos para la adopción de una medida cautelar", por lo que "no es posible alcanzar un juicio proclive a la petición de Tejima España, pues no sólo los perjuicios que la ejecución temprana de los acuerdos recurridos le vendrá a ocasionar a esa empresa son particulares, privados (frente a los intereses generales representados en este caso, como ya se ha dicho, por la prestación de un servicio de aparcamiento público necesario para atender las necesidades de la ciudad de Pontevedra) sino que tampoco se han cuantificado y definido mínimamente. Por lo que respecta a los intereses de terceros -concluye- que pudieran haber concurrido al proceso licitatorio a convocar por el Concello y cuyas expectativas se habrían burlado en este expediente, sucedo exactamente lo mismo: no se han definido, ni siquiera se han identificado a esos terceros y en cualquier caso sus intereses son también privados".

El "parking centro ciudad Veteris), denominación oficial del estacionamiento, abrió sus puertas el 25 de octubre tras una década de trámites y controversias. Lo hizo con alrededor de 660 plazas (de las que 218 se destinan a cubrir la demanda de garajes de los edificios residenciales y 440 son de uso público), con un precio por minuto de 0,05 euros, mientras que la media hora de estacionamiento cuesta 0,85 euros y la hora completa, 1,10. El estacionamiento cuenta con una única puerta de entrada y salida de vehículos, en la propia calle Antón Fraguas, por el mismo lugar que sirve desde hace meses para entrar en el parking del supermercado colindante, y dos accesos peatonales, a ambos lados de la calle. En el interior, dos grandes sótanos ofrecen las plazas de rotación y uso público y la tercera es la reservada para los garajes privados.