La dirección de Electroquímica del Noroeste SA (Elnosa) deberá notificar, en el año 2011, cuál será su apuesta de futuro: si sustituye la actual tecnología con mercurio por otra "limpia" y permanece en su actual ubicación hasta que concluya la concesión de los terrenos de dominio marítimo-terrestre que ocupa en las marismas de Lourizán; si opta por trasladarse a algún polígono industrial de la zona o si cesa su actividad y traslada la producción a la planta que Quimigal tiene en Estarreja (norte de Portugal).

Notificar su decisión forma parte del acuerdo voluntario firmado por la asociación nacional de empresas de cloro con el Ministerio de Medio Ambiente y, en Galicia, la Consellería de Medio Ambiente.

Se da la circunstancia de que en el próximo año, Elnosa (al igual que Ence) tiene que renovar la autorización ambiental integrada (AAI) de la Xunta de Galicia para poder seguir produciendo. Una renovación que, en principio, se prevé automática dado que los requisitos que cumplió para su concesión en 2008 se mantienen.

Cuando compró Elnosa, Quimigal se decantaba por un traslado en la comarca pero el acuerdo de las cloreras le llevó a cambiar de opinión y a seguir utilizando las instalaciones actuales.