La remodelación integral del nuevo campo de fútbol de Pasarón comenzó el 18 de julio de 2006 con un presupuesto de 7,2 millones de ejecución, menos de dos para las expropiaciones y una previsión de 18 meses de obras. Cuatro años después, los trabajos están a punto de concluir, pero su presupuesto se ha disparado al doble de lo previsto y las expropiaciones están todavía sin ejecutar y su coste no bajará de los tres millones de euros. El gobierno local, que hoy se reúne con la Diputación para analizar el estado real de este proyecto, ya admitió ayer que el precio final del nuevo estadio de O Burgo se situará en los 18 millones de euros, es decir, 1.500 euros por cada uno de sus 12.000 asientos de aforo oficial.

Esta cifra fue aportada ayer por el concejal de Infraestruturas, César Mosquera, al anunciar la cita de hoy entre el alcalde, Miguel Fernández Lores, y el presidente de la Diputación, Rafael Louzán, una “cumbre” que tiene entre sus objetivos aclarar las cuentas de Pasarón. Y es que, según Mosquera, estas obras, que ejecuta la entidad provincial, han acumulado en los últimos meses un nuevo sobrecoste, esta vez de 1,8 millones de euros y se trata de comprobar el origen de ese exceso y discutir cómo se pagará. Con este sobrecoste, el precio final de las obras del estadio se situará en los 14 millones de euros, aproximadamente. Los cuatro que restan hasta los 18 proceden de la expropiación de una finca y algunas edificaciones en la avenida da Coruña, su ajardinamiento, y las demás actuaciones previstas en el perímetro exterior del campo. Esas expropiaciones son competencia del concello desde hace años, pero aún no se han podido resolver, en especial en el caso de una vivienda con cuyos propietarios el gobierno local no logró cerrar acuerdo alguno. De hecho, este retraso ha impedido hasta ahora acondicionar el entorno del campo de fútbol, y las obras “invaden” parte de la vivienda en cuestión.

Segundo exceso económico

El sobrecoste de 1,8 millones de euros que se pondrá hoy sobre la mesa de Lores y Louzán ya fue adelantado hace unos días, aunque de forma muy sucinta, durante la comisión de seguimiento que aceptó abrir la grada de Preferencia para el partido del play off de ascenso entre el Pontevedra y el Oviedo. Se trata del segundo exceso presupuestario que se produce en las obras de Pasarón desde su inicio. El más elevado se registró tras el verano de 2007, cuando se detectó que eran necesarios 4,4 millones más. Tras varias semanas de polémicas, el concello y la Diputación acordaron sufragar a partes iguales esa cantidad. Todo apunta a que en esta segunda ocasión se producirá un reparto similar. Así, las arcas provinciales acabarán aportando unos 8 millones y las municipales sobre siete, junto con las expropiaciones, aún sin cuantificar. La Xunta, que apenas se implicó económicamente en este proyecto, tampoco lo hará ahora. Su papel en el convenio deportivo firmado en su día se concentra en el complejo lúdico de A Parda, una obra adjudicada hace años por unos tres millones de euros pero que permanece paralizada desde hace meses por la quiebra de la constructora.