Un joven muerto, Francisco Javier García Fariña, vecino de Curro (Barro), de 24 años, y otros seis heridos graves, de edades similares, es el triste balance del tremendo accidente de tráfico ocurrido la pasada madrugada en Valga, en el conocido como Alto da Medela, tras una colisión frontal en la que intervinieron tres vehículos.

El siniestro fue brutal y de hecho la carretera nacional entre Santiago y Pontevedra, la N-550, permaneció cortada durante casi cuatro horas en ambas direcciones, desde las 5.43 a casi las 9.30 de la mañana, momento en el que quedó expedita la calzada.

Velocidad inadecuada, poca visibilidad debido al horario nocturno y la niebla, así como la lluvia parecen estar entre las causas del grave accidente en el que resultaron involucrados un Renault Laguna blanco, en el que viajaba el fallecido y F. C. O., de 22 años; un Renault Megane, negro, conducido por O. P. C., de 24 años y vecino de Caldas; así como un Ford Focus que circulaba detrás del primero e iba ocupado por cuatro vecinos de Marín, el conductor E. R. G., de 24 años y tres chicas: A. S. P. , A. M. C. y M. L. M. Los seis heridos graves se encontraban ayer tarde en Urgencias del Hospital Clínico Universitario de Santiago, a donde fueron trasladados.

Colisión frontal

Aunque todavía se investigan las causas, la Guardia Civil de Tráfico ha puesto de manifiesto que el accidente de circulación ocurrió “en el kilómetro 88,200 de la carretera N-550 (A Coruña-Tui), en un tramo recto y cambio de rasante, con dos carriles y uno adicional para vehículos lentos”.

Añaden que el siniestro consistió en una “colisión frontal entre los turismos Renault Megane, con matrícula 3058 -FVZ, y el Renault Laguna 0115-FSL”. Tras este primer impacto, un tercer turismo, el Ford Focus 1607-CJY, que circulaba detrás del Laguna, se vio implicado al impactar contra el primero de los vehículos.

El golpe, según fuentes de Tráfico, se debió precisamente a que el Renault Megane “invadió el carril contrario de circulación”. El turismo, conducido por O. P. C., acababa de realizar un adelantamiento difícil en un cambio de rasante y a gran velocidad a otro coche, según explicó a una cadena de televisión, uno de los viajeros del turismo rebasado, Carlos Acosta.

El conductor del Megane circulaba en dirección a Santiago mientras que los otros dos turismos implicados iban en dirección a Caldas cuando tuvieron el tremendo accidente de tráfico, en el que incluso fue necesaria la intervención de los bomberos de O Salnés para excarcelas a las víctimas que se encontraban en el Renault Laguna, tanto al fallecido como al conductor del coche, F.C.O, de 22 años y que podría ser el herido más grave de los seis supervivientes.

De hecho, las labores de rescate de los dos ocupantes del Renault Laguna fueron extremadamente complicadas. Los bomberos señalaron que tardaron casi una hora en liberar al herido y al fallecido, e incluso fue necesario cortar todo el techo del vehículo para poder acceder al interior y liberar los cuerpos.

Las otras cinco víctimas fueron trasladadas casi de inmediato, en ambulancia, al Hospital Clínico de Santiago donde ayer por la tarde seguían siendo atendidos de las importantes heridas que sufrieron en el impacto.

Quienes primero llegaron al lugar del siniestro fue el equipo de Protección Civil de Valga, cuyo jefe de unidad, Juan Jesús Santalla Castiñeira, reconoce que se encontraron con un “accidente espectacular”, en el que todos los heridos se hallaban en el interior de los coches, salvo una pareja de Marín que aparentaba menor gravedad aunque también se encuentran en Urgencias del centro hospitalario compostelano.

Carretera bloqueada

Si graves han sido las consecuencias que sufrieron los siete jóvenes implicados en el siniestro también fueron importantes los daños materiales en los tres vehículos, que quedaron totalmente destrozados a consecuencia del colosal impacto frontal, que como reconocen los servicios de emergencia provocaron que muchos trozos de los vehículos quedaran esparcidos por la calzada.

De ahí que Tráfico optase por cortar la circulación en este punto para desviarlo por carreteras alternativas. “La carretera quedó bloqueada por los vehículos siniestrados, por líquidos y restos de los mismos”, explican en un comunicado remitido en la mañana de ayer.

La presencia de numerosos efectivos de emergencia en la zona también contribuyó al cierre de la carretera general. De hecho, hasta el lugar se trasladaron tres patrullas del destacamento de Pontevedra y un equipo de atestados que instruyó las pertinentes diligencias para esclarecer los hechos.

Asimismo acudieron al lugar dos camiones de Bombeiros do Salnés, procedentes de Vilagarcía y Ribadumia, pues era necesario acudir al punto del accidente con un equipo de excarcelación.

Los primeros en llegar al kilómetro 88,2 fueron los efectivos de Protección Civil de Valga que estuvieron acompañados por los de Padrón.

En cuanto a ambulancias, a primera hora de la mañana se pudo contar hasta cuatro, procedentes de Padrón, Caldas, Vilagarcía y Santiago de Compostela. De esta última ciudad procedía la medicalizada, por lo que en la zona del siniestro se dieron cita médicos de los tres PAC.

A eso de las 9.30 horas culminó el operativo especial para evitar nuevas colisiones debido a la presencia de obstáculos en la calzada, explican los técnicos que participaron en las labores de retirada de los vehículos.