Incertidumbre. Es la palabra que mejor define la situación que vive la construcción en la comarca. Organizaciones empresariales y sindicatos discrepan sobre el alcance "real" de la crisis que atraviesa la construcción, un sector que unos y otros coinciden en calificar de "motor de la economía". "Estamos en un momento de recesión con el que ya contábamos y por el que nadie tiene que hacer aspavientos pues llevamos anunciándolo desde hace cinco años", señala Ángel Fernández Presas, presidente de la Asociación de Empresarios de la Construcción de Pontevedra (APEC), quien augura un regreso a una cierta normalidad en un plazo de dos o tres años y confía en la ayuda de la obra pública para resistir el bajón en la construcción de viviendas.

Sobre la mesa está el futuro de un sector que en la provincia de Pontevedra tiene una red de 8.000 empresas que dan empleo directo a unos 47.000 trabajadores, de ellos 10.000 son autónomos

El constructor y presidente de la Cámara de Comercio de Pontevedra, Ricardo Mirón, tiene una visión más dramática de la situación ya que habla sin ambages de una "crisis profunda", que se deja sentir en un "vertiginoso descenso" de las ventas de pisos en el municipio y la comarca, que él cifra entre un 70 y un 80% desde junio de 2007.

Vaticina, además, "graves complicaciones" en las empresas del sector -por otra parte muy atomizado- que se traducirán en una previsible sucesión de suspensiones de pagos.

Ricardo Mirón coincide con Fernández Presas a la hora de marcar un plazo de dos o tres años para remontar la situación "aunque es difícil que se regrese a cuotas de construcción de viviendas como las de la última década que habían alcanzado un nivel inusual".

Frente al panorama que describen los empresarios, los sindicatos relativizan la recesión del sector, por lo menos en la comarca. Desde CIG y CC OO se sostiene que la crisis no es tal. Por lo que respecta a los trabajadores el nivel de empleo se mantiene, con los altibajos estacionales habituales y cierres de empresas, como las del grupo Proinsa, tiene que ver, según ambas centrales, "con una mala gestión y no con ninguna crisis del sector".

"Hay más psicosis que otra cosa" afirma el responsable de la Federación de Construcción de CIG, Xaquín Agulla, que detecta entre los trabajadores pontevedreses una "gran preocupación" derivada de las informaciones que les llegan y no de la situación que están viviendo.

Xaquín Agulla explica que el "ruido" del sector está orquestado por el capital financiero para que se inyecte dinero en el sector para mantener la "burbuja" inmobiliaria mientras no se consolida un nuevo "filón".

La realidad es, añade este portavoz sindical, que los indicadores de la EPA o la avalancha de licencias presentadas en los concellos para eludir los requisitos de las normas del hábitat desmienten la existencia de una crisis.

En alerta

Marina Ruibal, responsable de la Federación de Construcción de CC OO, tampoco detecta un panorama especialmente preocupante en el sector aunque se mantenga alerta ante la posible concreción de una crisis en la comarca. "Nosotros no tenemos constancia de cierre de empresas por la recesión, excepto casos puntuales que existen por problemas de mala gestión, y si hay un goteo de despidos en los últimos meses, que efectivamente lo hay, no ha alcanzado todavía la categoría de crisis".

En cualquier caso esta portavoz sindical entiende que el repunte en el desempleo se notará "cuando regresen a su comarca natal los operarios que trabajan en otras zonas: en Canarias y en la costa del Mediterráneo".