Todo empezó por un mal entendido. Juana Ageitos dijo en Ruegos y Preguntas que el alcalde debía rectificar, pues fue el PSOE el que denunció en su día la concesión de la cafetería del Jardín Japonés por 0.60 euros a la mujer de Baltar y no el PP . Ahí empezó una breve refriega, con dos llamadas al orden y la expulsión de la edil por parte del alcalde. "Me tiene manía persecutoria como edil y como mujer. Nunca me deja hablar", denunció la edil.