La actriz y directora ourensana Fina Calleja es la autora de la idea original y la dramaturgia de "Rosalía", una producción teatral de Culturactiva que lleva por primera vez a los escenarios la infancia de Rosalía de Castro. El montaje, que se estrenará a finales de febrero en Teo y llegará después al Auditorio de Ourense, está dirigido al público infantil y recrea la vida de la escritora en uno de los momentos de cambios fundamentales para su vida, el traslado desde Padrón a Compostela.
El texto es de la también ourensana Nate Borrajo con interpretación de Cristina Collazo y Rocío González. "Recibí el encargo de hacer un espectáculo para público infantil centrado en la figura de Rosalía, y dentro de la biografía tan revisada y revisitada me pareció interesante detenerme en qué le pasaría por la cabeza cuando decidieron que se iría a vivir a Santiago con su madre y su madrina". Este cambio, de hecho, la situó en una posición compleja. Por un lado tiene la posibilidad de ampliar estudios y conocimientos en una ciudad más grande, pero pierde el vínculo con la tierra, con las mujeres del campos, las lavanderas. "Todo ese paisaje que se llevará consigo y que centra la obra de Cantares Gallegos", señala Calleja.
La obra parte de este momento en el que Rosalía, con las maletas preparadas, se esconde en el desván de la casa porque no se quiere marchar. La obra, explica la directora, "busca la empatía de los más pequeños, que aunque tienen ideas propias ven como las decisiones son tomadas por los padres".
A través de los juegos de la infancia, Rosalía va mostrando las líneas de su pensamiento. Pero sin perder de vista que es un espectáculo para un público familiar, incide Fina Calleja: "Presentamos una Rosalía intrépida, imaginativa, creativa y comprometida con la tierra y el país". Una visión, añade, que trata de romper con la idea de la poeta adulta "melancólica y morriñenta; algo que no era".
Además, la producción busca también subrayar la importancia de Galicia y de la poesía. "Es una oportunidad excelente para que los niños descubran que la poesía es divertida, es juego, ritmo y música", concluye Calleja.
