Los foliones resonaron ayer en Vilariño de Conso, escenario de la segunda sesión de la Mascarada Ibérica que reunió este fin de semana en el oriente ourensano a más de cuarenta agrupaciones de España, Portugal e Italia. Tras un multitudinario desfile por las calles de Viana do Bolo el sábado, el eco del carnaval ancestral que todavía pervive en el rural rugió de nuevo en Vilariño de Conso.

A las 11.30 partieron los grupos luciendo nuevamente las máscaras tradicionales que representan la conservación de antiguos ritos festivos y que conforman auténticas señas de identidad que han resistido al paso del tiempo y que perviven en el siglo XXI.

Grupos de toda Galicia, Cantabria, Castilla y León, Castilla La Mancha y País Vasco, además de Braga y Viseu, de Portugal, y de la localidad italiana de Sardeña, convivieron en esta Mascarada, llamada ahora Vibo Mask.

Con la puesta en escena de todo tipo de personajes, se enciende el Entroido en Ourense, epicentro del carnaval ancestral con máscaras como los felos, pantallas, boteiros o vergalleiros, y foliones que calientan ya los motores de la macrofiesta a la que se entrega toda la provincia.