Una mujer de 42 años y un hombre de 45 fueron juzgados ayer en Ourense, acusados de un presunto delito de estafa por vender a un particular un coche por 27.500 euros, tras ocultarle supuestamente las "importantes averías" que tenía. La Fiscalía solicita una condena de un año de prisión y la nulidad de la venta, con la consiguiente indemnización al afectado.

Los acusados eran representante legal y comercial, respectivamente, de una entidad de Ourense con la que el perjudicado contactó, en abril de 2017, para comprar el vehículo, un Renault Megane. Dice la Fiscalía que no contaron al cliente los problemas mecánicos que tenía el turismo. A finales de mayo de 2017, solo un mes después de la compra, el comprador sufrió una avería por pérdida de gasolina, que motivó que el turismo tuviera que ser trasladado en grúa, en Lleida.

"Grave riesgo de ignición"

El concesionario descubrió las importantes deficiencias del coche. Faltaba el catalizador y se había acoplado un tubo metálico, lo que provocó numerosas averías electrónicas. Estaba roto el anclaje de los tubos de entrada y salida del aforador del combustible, lo que hacía perder gasolina y suponía un grave riesgo de ignición. Además el 'intracooler' tenía varios golpes y el volante presentaba una inclinación que provocaba una ligera desviación del vehículo hacia la izquierda. El importe total de las averías se aproximó a los 2.800 euros.