La Audiencia Provincial de Ourense tuvo que suspender ayer, por segunda vez en menos de seis meses, el juicio contra un hombre acusado de un robo y agresión sexual (otro investigado se encuentra en busca y captura). El denunciante y supuesta víctima remitió un fax desde Marruecos alegando enfermedad. La comunicación, en francés, llegó el pasado jueves a mediodía al tribunal. Al tratarse de una de las causas justificadas de ausencia que prevé ley, y dado que el interrogatorio del denunciante constituye la prueba fundamental del fiscal -solicita una condena de 11 años y medio de prisión-, la vista quedó suspendida ayer hasta nuevo señalamiento.

La defensa del acusado, el único de los tres hombres con relación con los hechos que está compareciendo a las citaciones, proponía la celebración de la vista, una vez que ya tuvo que ser aplazada en marzo. Cabe la posibilidad de que se dé lectura a la declaración de la fase de instrucción, si bien la premisa de partida es agotar las posibilidades para garantizar el principio de contradicción en el juicio, sometiendo a los testigos a un nuevo interrogatorio por parte de acusación y defensa. La Audiencia Provincial acogió la postura del fiscal y acordó una nueva suspensión del caso.

La supuesta víctima no ha mantenido una actitud activa en este caso. Tras presentarse en comisaría para denunciar un robo violento y una agresión sexual, se marchó a casa "a buscar el DNI" y no volvió hasta 5 días después. Con el proceso ya en trámite contra dos encausados, compareció para mostrar su renuncia al ejercicio de acciones legales y solicitar el archivo del caso. Pero la justicia ya tenía elementos para seguir adelante.

A. N. es un varón marroquí en situación legal en España y con domicilios conocidos que permanece en busca y captura. La causa sigue adelante sin él. Cuando sea localizado responderá en solitario, como sucede ahora con el otro encausado, I. A. B., de origen rumano.

La Fiscalía pide 11 años y medio de cárcel, 360 euros de multa y 10 años de alejamiento, por presuntamente robar, golpear y agredir sexualmente al otro varón. Sobre las 21,30 horas del 25 de enero de 2.017 los procesados, junto a una tercera persona no identificada, quedaron con la víctima -ciudadano marroquí - con el supuesto fin de comprarle un teléfono. Se dirigieron en coche a la zona de Oira y una vez allí, presuntamente A. N. puso un cuchillo en el abdomen a la víctima, diciéndole que se lo clavaría si gritaba o hacía algo, porque no tenía "nada que perder".

Según el ministerio público, trasladaron a la víctima a Oira, donde tras agredirlo con bofetadas y puñetazos le obligaron a que les entregara todo lo que llevaba. Lograron 96 euros en efectivo y dos tarjetas, otra de un supermercado y un móvil. La acusación pública sostiene que tras cachearlo, intimidado por la fuerza y a punta de cuchillo, obligaron a que se desnudase y practicara una felación al procesado A.N., el cual en un momento determinado le introdujo los dedos por el ano. Lo dejaron marchar pero advirtiéndole de que no denunciara o lo matarían. Devolvieron las tarjetas y el móvil a la víctima, a través de un tercero, en un local de ocio.