Cuando el hombre al que había conocido por internet, y con el que se relacionaba sobretodo a través de Whatsapp, volvió con una antigua pareja, ella no lo aceptó. Una acusada de 32 años se enfrenta a una petición de condena de 1 año y 2 meses de prisión por acosar a la otra mujer. La encausada no se presentó ayer al juicio pero la vista se celebró igualmente en su ausencia. Según el ministerio público, creó perfiles falsos en la red para denigrar a la víctima, la llamaba por teléfono a su móvil y a su trabajo e incluso colgó un tanga en el portal de su edificio.
La acusada carece de antecedentes penales hasta la fecha. El caso quedó ayer visto para sentencia en el Penal Número 1 de Ourense. La mujer había conocido al hombre a través de internet en 2016. En mayo de 2017 se enteró de que había vuelto a reanudar la relación con su anterior pareja. Según el escrito de calificación de los hechos que defiende la Fiscalía, en diciembre de 2017 la encausada decidió iniciar "una acción de hostigamiento y persecución" contra la novia, "con el fin de degradarla".
Presuntamente, la acusada creó perfiles falsos en las redes sociales, adoptando la identidad de otras personas y utilizando incluso fotografías de ellas con comentarios denigrantes. El objetivo, asegura el ministerio público, era "ridiculizarla ante sus amigos y su anterior pareja". Además, llamaba "de forma continua" tanto a su móvil como al teléfono de su lugar de trabajo.
La Fiscalía añade que, el 7 de marzo de 2018, la acusada se acercó al domicilio de la víctima en la ciudad de Ourense y presuntamente colgó en el portal del inmueble una cartulina para sugerir que otra mujer había estado allí: "No me dejes estas cosas por casa que mi novia se enfada, no es tan liberal". En la cartulina pegó con silicona un a prenda interior tipo tanga.
El ministerio público sostiene que, a mayores, la encausada vio en las proximidades el vehículo que utilizaba la otra mujer y presuntamente pegó con silicona los limpiaparabrisas, aunque sin llegar a causar daños. La acusación cataloga los hechos como un delito de trato degradante o, alternativamente, de acoso. La víctima vio perturbada su vida y se sintió "perseguida y molesta". La fiscal solicita 3.000 euros de indemnización por daños morales.
