Una "buena noticia que necesita el sector", reconoce el presidente de los constructores ourensanos, Santiago Ferreiro. Que no duda en reconocer que la Lei de Rehabilitación que entró en vigor se convierte en "una salida para paliar la falta de obra nueva ya que seguimos sin tener un nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM)", debido a que la anulación del de 2003 hizo que se volviese al de 1986, que en la actualidad se encuentra vigente.

Y aunque señala que tendrá especial incidencia en el casco histórico de la ciudad, Santiago Ferreiro señala la relevancia que tendrá en zonas del medio rural, sobre todo en muchas de las casas que se encuentran abandonadas y pueden ser objeto de rehabilitación. Tiene claro que "contribuirá a fijar población y evitar el abandono definitivo de esas zonas".

Pero una de las cuestiones que preocupa al presidente de la patronal de la construcción ourensana es "la falta de profesionales en rehabilitación", una cuestión que considera "no es menor y nos preocupa", ya que "existe un envejecimiento importante de oficiales, albañiles, encofradores", que entiende son una parte fundamental para poder llevar a cabo las obras de rehabilitación e viviendas.

Sobre lo que evita pronunciar es en las estimaciones de carga de trabajo que puedan tener, ya que "lo tenemos analizar".