Los contenedores subterráneos de la ciudad, que llevan casi cinco años fuera de servicio y precintados, continuarán así y será la nueva corporación municipal que salga de las elecciones de mayo la que tenga que darle una solución. Y eso que el acuerdo alcanzado entre el gobierno popular y el principal grupo de la oposición, Democracia Ourensana, propició que a finales de 2017 se aprobase una modificación presupuestaria para acometer los trabajos, con una inversión de casi 400.000 euros.

Pero si primero fue la demora en la elaboración de los pliegos técnicos y económicos, ahora el argumento que se esgrime por parte del gobierno popular es que el expediente se encuentra en el Servicio de Intervención para su fiscalización. Eso al menos es lo que trasladó la nueva responsable del departamento de Infraestructuras y Limpieza, Ana Fernández Morenza, a los grupos de la oposición en la última junta de área.

Y, mientras, los más de ochenta contenedores subterráneos siguen sin poder utilizarse debido a que todos ellos necesitan esa obligatoria reparación, debido a que la falta de mantenimiento llevó consigo que se convirtieran en un riesgo para los trabajadores del servicio de limpieza, como así se plasmó en su momento en un informe emitido por la empresa concesionaria de la limpieza y recogida de basura.

Para Democracia Ourensana se carga contra el gobierno popular por la "nefasta gestión" realizada, después del acuerdo alcanzado para poder acometer las obras de reparación como se había acordado, pero nada de hizo al respecto.