La abstención de los tres exediles socialistas ahora en el grupo No Adscritos, junto con los votos a favor de cinco concejales del PP (faltó uno) y dos del BNG, permitió que ayer se aprobara la reprobación del alcalde, Francisco Fumega. Era una moción nacionalista que con una enmienda del PP se refiere a todo el grupo de gobierno, que eran 8 miembros hasta la marcha de los díscolos. Los cinco que quedan en el gobierno local votaron en contra, pero fue insuficiente.. Fumega despidió el pleno defendiendo: "Mi equipo se caracterizó por la entrega total, algunas veces con aciertos y otras no. Fue un gobierno de consenso".

Los exediles del PSOE Adolfo Nogueira, Érika Paz y Rosario González, se sentaron al lado del BNG. Llegaron de últimos y tan pronto tuvieron el turno de palabra aclararon que "no vamos hacer una guerra ni a buscar venganza. Vamos a seguir trabajando por los vecinos, que es a lo que estamos ". Nogueira calificó a Argimiro Marnotes (PP) como el "nuevo portavoz" del gobierno, y pidió que "todos pongamos en la mesa nuestra voluntad de colaborar" y mucho consenso y nada de "pactos bilaterales".

El nacionalista Chema Ferreiro aclaró que su moción no era sobre la crisis del grupo de gobierno, "que no nos importa nada", recordando que ya había sido presentada en diciembre y que ya hace dos años y medio veía al gobierno "fracturado". La reprobación al alcalde lleva implícita la del resto del su equipo, sostiene. Ante comentarios de que este pleno no sirve para nada se pregunta si no "habrá algún pacto de alcoba de algún grupo para decir eso". Señala que pudiendo hacerlo no pide la dimisión del alcalde ni plantea una moción de censura, porque "no queremos sangre". Reprochó que no se ejecutara ninguna de las mociones presentadas por el BNG y aprobadas en pleno, lo justifica su reprobación. Dice que el PSOE fracasó en su contrato con los vecinos, que Fumega "tendría que irse", y advirtió "que todo el mundo se ate los `machos', no vaya a ser que alguien tenga un problema de carácter judicial".

Desde los No Adscritos, González recriminó a Fumega que "no se nos hizo partícipes de decisiones, no se nos consultaron las cosas", y aunque "no estamos contentos con él no vamos a ser vengativos". Paz indicó que los temas relevantes deberían tener mayor consenso del pleno y en lo que resta para las elecciones "se puede consensuar de manera más amplia". Recordó que el alcalde llegó a acuerdos puntuales con la oposición, como el PP, y "si tienen pacto de gobierno que lo digan".

Por su parte, los populares defendieron que el alcalde no puede delegar competencias en ediles de la oposición, como pide el BNG; "para eso planteamos una moción de censura o pacto de gobierno". De este modo, no se aprobó el punto dos de la moción, que pedía delegar todas las competencias posibles al pleno. Votó en contra el PSOE y se abstuvieron PP y los No Adscritos.

En cambio, Francisco Fumega defendió que su gestión no fue tan "caótica", que la deuda del Concello quedó en cero, que se paga a proveedores en 27 días y se aumentaron las horas de Axuda no Fogar. Hay superávit y propondrá una modificación presupuestaria para el próximo pleno para "dejar las cosas encaminadas", como 150.000 euros para dicho servicio. El portavoz del AV-Son no fue al pleno por motivos personales. Desde En Marea, Manuel Nogueira, aseguró desde el público que el pleno pretendía sevir de propaganda electoral, afirmando que la vía de cambio sería una moción de censura.