La juventud es en la actualidad uno de los signos habituales de los usuarios del centro de día y de sus talleres pues muchas patologías tienen que ver con la esquizofrenia en muchos casos agudizada por el consumo de drogas. Eso hace que tengan edades comprendidas de los 20 a los treinta y tantos años, y cada vez indican los profesionales del centro haya menos personas por encima de los 40 años.

Afirman que los tratamientos han evolucionado mucho en los últimos años, tienen menos efectos secundarios y, además de la medicación convencional, hay inyectables que se administran en esta unidad durante semanas o meses. La reinserción no solo es un sueño sino que es una realidad para muchos de estos usuarios. "Son uno más de nosotros; personalmente me da más miedo ir por la calle que trabajar con ellos", reconoce María del Carmen González.