Los arquitectos piden que se traslade el modelo del Parque Materno Infantil de la Alameda do Cruceiro de Ourense, ideado por el ingeniero paisajista Carlos Cárcamo, a otros puntos de la ciudad, incluidos los barrios, para incorporar el agua, en una ciudad que acumula una gran cantidad de días con más de treinta grados durante el período estival, llegando a superar los 40 grados en varias jornadas. Realizaron esta reflexión, con motivo de la visita que hicieron ayer al recinto, dentro de la programación de "Olladas na rúa", a cargo de Patricia Varela.

El presidente del Colegio de Arquitectos de Galicia en Ourense, Alberto de Paula, destaca que se trata de "un espacio que se encontraba muy degradado", con la presencia de grupos de personas que consumían alcohol dentro del recinto y acumulación de desperdicios en su entorno. Y tras esta intervención, mediante la que se han instalado elementos de agua, juegos y aparatos de gimnasia, se ha convertido en un espacio en el que confluyen una gran cantidad de niños, con sus familias, disfrutando con el agua, jóvenes haciendo ejercicios en los aparatos que se han instalado y personas mayores. Pero advierte que ahora "sería necesario intervenir en las traseras del Palacio de Justicia, que se encuentran junto al parque, para ponerlas en valor. También recomienda revitalizar los locales que hay debajo del parque, junto al parking, que se encuentran cerrados, sin ningún tipo de actividad.

Alberto de Paula defiende la necesidad de "potenciar mucho más la integración del agua" en la ciudad de Ourense -cuenta con el campus del agua, cuyo edificio ha recibido un premio de la Xunta-, que mantiene temperaturas que siempre permanecen a 4 o 5 grados por encima de la media de las demás grandes ciudades gallegas. "Esa es la razón por la que durante el verano en Ourense necesitamos escuchar y sentir el agua, para mojarnos y disfrutarla. Por eso es fundamental incorporarla en los parques y espacios verdes de la ciudad, algo que ya se está haciendo en otras ciudades europeas. Ourense debe sumarse a esa línea de trabajo", indica.

El presidente del Colegio de Arquitectos de Galicia en Ourense reconoce que "hay muchos espacios verdes en la ciudad, a los que les falta vida, porque no son atractivos para los ciudadanos. Por lo tanto, hay que buscar lo que necesita el ciudadano, siempre de la mano de los técnicos, que encontrarán la mejor solución para adecuar esos espacios públicos".

Afortunadamente, al final se ejecutó el tercer proyecto diseñado por Carlos Cárcamo, con la incorporación de agua, juegos y aparatos para hacer gimnasia. Antes había presentado otros dos, entre los que se encontraba un diseño con bastante hormigón, una alternativa que no sería muy adecuada para una ciudad que alcanza unas temperaturas tan elevadas durante el período estival.

En ese sentido, Alberto de Paula advierte de que "estos materiales, como la piedra y el hormigón, reflejan mucho el calor, que se acumula en el verano". Por lo tanto, considera que el tratamiento que le ha dado Carlos Cárcamo a este parque "ha sido un acierto". También diseñó el Parque Avilés de Taramancos, junto al río Barbaña, con el primer jardín en vertical de Galicia, "en el que predominan las zonas verdes y el agua".

También contempla como un acierto que se haya suprimido el muro exterior, con lo que "ha ganado luz y permeabilidad", por lo que se puede observar con un simple vistazo, erradicando la presencia de grupos de personas con bebidas que lo convertían en un espacio un tanto degradado durante la noche.

Los arquitectos también demandan una mayor cantidad de elementos con agua en las zonas verdes que hay en torno al río Miño, que serían mucho más atractivas para el ciudadano.