La Asociación de Amigos del Couto Mixto conmemoró ayer, en la iglesia de Santiago de Rubiás, el 150 aniversario de la extinción de este territorio situado entre Galicia y Portugal, y que funcionó a modo de república independiente desde la Edad Media hasta finales del siglo XIX con la firma del tratado de Lisboa de 1964. Al acto acudió el secretario xeral de Política Lingüística, Valentín García, quien participó en el nombramiento de tres nuevos jueces honorarios del Couto Mixto, siendo éstos los presidentes de las freguesías portuguesas de Soutelinho, Lamadarcos y Cambedo.

Alrededor de 300 personas acudieron a esta singular celebración anual que destaca por la fidelidad de su público y por ser emotivo, sobre todo para los vecinos del lugar que emocionados cantaron, junto con la cantante Uxía, el himno local. Casi todos se lo sabían y, los que no, disponían de la letra que se repartió para tal ocasión.

García, nombrado juez honorario en 2017, le dio la enhorabuena a los nuevos jueces y recordó que "O Couto Mixto representa para gallegos y portugueses el valor de la democracia y la convivencia entre dos pueblos hermanos por la lengua, por la historia y por la cultura".

También se realizó la escenificación de las reuniones que se celebraban antiguamente en el Couto Mixto, así como el encuentro anual de los miembros da Asociación convocante del acto, y se presentó el libro el "Couto Mixto, aspectos folclóricos", de José Rodríguez Cruz, que reivindicó a los organismos la solicitud existente de los vecinos de recuperar su historia pasada, como la doble nacionalidad.

El Couto Mixto fue una entidad política, comparable a un micro estado independiente, situado en el valle del río Salas y constituido por las aldeas de Santiago, Rubiás y Meaus, pertenecientes a los concellos de Calvos de Randín y de Baltar. En tiempo de las monarquías feudales elegía por sufragio directo de los representantes de las casas a su regidor (juez) por tres años. Otros privilegios de esta entidad singular eran el poder elegir la nacionalidad española o portuguesa, dar asilo a los refugiados de la justicia de España y de Portugal, no aportar soldados ni pagar impuestos a nadie de estos reinos o tener libertad de comercio y de cultivos y, con la firma del Tratado de Lisboa (1868) los dominios del Couto Mixto quedaron bajo la soberanía de España. En contrapartida, pasaron a la portuguesa las poblaciones de Soutelinho, Lamadarcos y Cambedo, cuyos presidentes fueron nombrados ayer simbólicamente jueces honorarios.