Una cuestión que está sobre la mesa es la adaptación a las exigencias que marca la Ley 4/2017, de 3 de octubre, de protección de animales de compañía, por lo que para la edil de Sanidad existe margen de maniobra, debido a que la ley otorga un plazo de 18 meses para que estas instalaciones se adapten a los nuevos requisitos. De no ser así, el Concello podría ser sancionado e incluso cabe la posibilidad del cierre de las instalaciones, como titular de las mismas. Una cuestión en la que inciden los grupos de la oposición, en función de los antecedentes de gestión que dicen tiene el gobierno popular.

En lo que se refiere a las diversas actuaciones, están relacionadas con las necesidades que trasladó Progape, que gestiona las instalaciones municipales, y de acuerdo con el informe interno del veterinario enfocado a una mejor y mayor atención a los animales, que en la actualidad cuenta con carencias. Así, se incide en la creación de una zona destinada al procedimiento de las prácticas veterinarias que se requieran, con puerta interior de conexión con el despacho veterinario para facilitar el tránsito al interior de las instalaciones del edificio principal.

También se contempla crear un espacio para almacén, al ser ocupado el actual por las instalaciones de quirófano, para productos alimentarios, limpieza y otros de uso diario en las instalaciones. En el proyecto se incluye ampliar la instalación de agua potable en el interior de los patios donde están los animales, incrementar el techado con paneles similares a los actuales para cobijo de animales y protección de los cuidadores.