Arturo F. P., el hombre acusado de violar a una mujer en Ourense cuando la acompañaba a casa después de que se hubieran conocido una noche en la zona de los vinos de la ciudad, se enfrenta a una petición de condena de cárcel que oscila entre los 10 años que solicita la Fiscalía y los 12 que pide la acusación particular. El encausado defiende su inocencia, niega la agresión y sostiene que hubo un contacto sexual consentido, sin que llegara a haber penetración ni violencia. El juicio, que se celebra a puerta cerrada en la Audiencia Provincial de Ourense, comenzó ayer y finaliza hoy.

El ministerio público atribuye al individuo la comisión de un presunto delito de agresión sexual -por el que pide 9 años de prisión-, en concurso con un delito de lesiones -1 año más-. Solicita además una indemnización por daños morales de 20.000 euros. La acusación particular eleva la petición de condena a 12 años y 30.000 euros.

Arturo F. P. violó presuntamente a la víctima en el suelo, a la puerta de un garaje, en la calle Marcelo Macías, después de abalanzarse sobre ella tras insistir en acompañarla a casa e intentar, según la víctima, propasarse durante el trayecto. Se habían conocido en un bar de copas de la ciudad. "Si no eres para mí no eres para nadie", le dijo mientras la atacaba, según sostiene la Fiscalía. Un conductor que pasó cerca del lugar donde ocurrió el suceso oyó los gritos de auxilio de la víctima y alertó a la Policía.

El acusado permanece en prisión preventiva desde que ocurrieron los hechos, a principios de febrero de 2017. En su escrito de acusación, de fecha 12 de abril de 2018, la fiscal del caso solicitó el mantenimiento de la situación de prisión preventiva del procesado, "al no haber variado las circunstancias que determinaron en su día la adopción de dicha medida cautelar". Ayer fue conducido por agentes de la Guardia Civil, desde la prisión de Pereiro de Aguiar.

La causa se investigó en el juzgado de Instrucción Número 1 de Ourense. Los hechos ocurrieron sobre las 4.30 horas de la madrugada del 2 de febrero de 2017, cuando el individuo acompañaba a la víctima a casa, pese a las negativas de ella.

Según relata la fiscal, tras propasarse varias veces durante el trayecto, cuando ambos se encontraban a la altura de la puerta de un garaje, el acusado presuntamente procedió a abalanzarse sobre ella. Comenzó un forcejeo, él la sujetó del cuello, le metió los dedos en la boca para que no gritase y la arrojó al suelo. La violó mientras le decía: "Si no eres para mí no eres para nadie", señala la acusación. La víctima "mantuvo oposición y resistencia física", dice la Fiscalía. Gritó para pedir auxilio. Un conductor que circulaba por las inmediaciones oyó las voces y llamó a la Policía de inmediato.

El ministerio público quiere que se le imponga al encausado la prohibición de comunicarse y acercarse a la víctima durante 10 años, a una distancia no inferior a 500 metros. Se enfrenta, además, a indemnizar a la mujer con 20.000 euros -la acusación particular solicita una compensación de 30.000-, y a pagar al Sergas 361,590 euros, por la asistencia a la víctima.

La víctima sufrió un eritema submandibular central, erosiones irregulares en ambos omóplatos y la dorsal izquierda, excoriaciones en ambas rodillas, erosión en la cara interna de la rodilla derecha, marcas de suciedad interna en la rodilla derecha y dolor mandibular. Según el forense, la mujer sufrió como consecuencia de la agresión 70 días de perjuicio básico personal y 20 de calidad de vida moderado. Necesitó varias asistencias facultativas y recibió tratamiento médico. Padece estrés postraumático en grado moderado.

Cuatro policías que la atendieron y tres testigos del bar en el que estuvieron ambos declararon ayer. El juicio finaliza esta mañana en la Audiencia Provincial con las pruebas periciales -entre ellas, del Instituto de Toxicología- y las conclusiones.