La Asociación O Sorriso de Daniel presentó 19 páginas de alegaciones a la incoación del expediente de declaración de BIC de la Ribeira Sacra. Apunta que más de 50 edificios románicos están excluidos del proyecto inicial y que hay una puerta abierta para las empresas extractivas, siderúrgicas, energéticas y mil muros de contención para los viticultores.

O Sorriso de Daniel asegura que creyó siempre en este proyecto. De hecho, así se lo trasmitió en su día a la directora xeral de Patrimonio en una entrevista, cuando la Consellería aún no se posicionara, y varios meses después cuando la Xunta se unió "nosotros aplaudimos esta adhesión".

Y una vez estudiado el expediente inicial considera que son "muchísimas" las lagunas que tiene el proyecto pero "aún están en tiempo de ser subsanadas. Todo dependerá de este periodo que se abre de estudio de las alegaciones". Opinan desde la asociación que "al expediente le falta ambición y compromiso. Difícilmente la UNESCO otorgará la Declaración de Patrimonio de la Humanidad a un proyecto vacío de contenido y falto de compromiso en su conservación".

Así, además de a otras cuestiones, O Sorriso de Daniel presenta alegaciones referidas a la exclusión de 50 edificios románicos de la zona que no se contemplan y la Ribeira Sacra "es conocida como tal porque en las tierras que rodean ese tramo de los ríos Miño y Sil se erigieron docenas de eremitorios, monasterios, iglesias parroquiales que le dieron ese carácter Sacro".

Alega también al estado de conservación de los bienes, ya que la incoación del expediente "es tan pobre que ni viene acompañado por un estudio del estado de los bienes que van ser fruto de la incoación y mucho menos de las obras de conservación que deberían ser motivo de actuaciones de urgencia".

Alega a la falta de protección sobre lo que en el expediente se llama zona de amortecimiento y exoámbitos. Apuntan que "mientras se focaliza sobre los viticultores de la zona y su actividad todo el control se deja la puerta abierta a actividades como la minería, la siderúrgica, la energética para que puedan hacer lo que quieran. Consideramos necesario que se establezca un régimen específico de protección frente a los posibles efectos perjudiciales sobre el paisaje cultural de obras de gran impacto como son las derivadas de la intensa explotación de la que es objeto este territorio para la producción de energía eléctrica".

También piden seriedad en la elaboración del mapa, criterios claros y definidos y cero arbitrariedades. Alegan a la delimitación de las diferentes áreas y que en el trazado del mapa además de criterios físicos que atienden a niveles de pendiente también entren en discusión otro tipo de criterios como la existencia de la Parroquia como unidad básica en la configuración del rural gallego. Que no se haga una "deliberada exclusión de los núcleos de población porque en la UNESCO no son ciegos y van ver que la Dirección Xeral lo que quiere es conseguir la marca sin tener que intervenir sobre los efectos de un urbanismo sin control".

En otra reclaman mejorar la inversión pública en la zona, ya que "la Ribeira Sacra, como casi todo el territorio rural está falto de inversión y solicita se destinen fondos a su conservación provenientes de las actividades de las empresas energéticas que tienen su base allí".

También manifiestan su desacuerdo con el proceso. Que no fue participativo donde las asociaciones y vecinos "tuviéramos voz ya antes de su redacción es cosa sabida", pero mismo en el proceso de alegaciones "se crearon todas las dificultades posibles para su consulta. Nos personamos en Patrimonio en Ourense para consultar el expediente completo y solo nos mostraron planos, y pediendo por escrito a la Dirección Xeral que se colgara el expediente completo en la web nos dijeron que todo lo que había era lo que ya estaba".