Un total de 640 jóvenes asistieron a las actividades que la concejalía de Educación impulsó durante el verano para ayudar a la conciliación de las familias ourensanas. El programa se estructuró en 4 centros (A Ponte, Mestre Vide, Irmáns Villar y O Couto), en otras tantas bibliotecas (A Carballeira, San Francisco, O Couto y A Ponte) y en el aula de la naturaleza de Oira. Esta última continuará celebrando pasatiempos hasta el 10 de septiembre, el último día de vacaciones estivales para los escolares.

A lo largo de estos dos meses, los participantes en esta iniciativa, todos ellos niños de entre 4 y 12 años, tuvieron la oportunidad de divertirse con una amplia oferta lúdica y cultural en los diferentes escenarios de la ciudad, a la vez que permitían a sus padres o tutores realizar otras obligaciones laborales o domésticas. En los edificios educativos, se desarrollaron durante las mañanas de julio -de 8.30 a 14.30 horas- diversos talleres, juegos, deportes, actividades de inglés o salidas didácticas para un total de 300 rapaces de primaria.

Por otro lado, dos centenares de chavales de entre 4 y 10 años se beneficiaron de la programación impartida en las bibliotecas municipales, donde se trató de inculcar a los pequeños el hábito de la lectura, también en horario matinal de 10.30 a 13.00 horas.

Por último, el aula de la naturaleza de Oira -únicas actividades por las que había que pagar (10 euros)- acercó el gusto por el medio ambiente a otros 100 escolares, que pasaron mañanas y tardes empapándose de lecciones sobre el mercado de abastos, astronomía, educación vial o primeros auxilios, y de valores a través de las experiencias vividas por una persona ciega y su perro guía o por profesionales de la conservación ecológica, entre otras muchas. Este espacio permanecerá abierto hasta el comienzo del período escolar. "Somos conscientes de las exigencias personales de los padres, porque no es lo mismo organizarse para dos meses que para solo 10 días que quedan colgados", explica al respecto la edil Belén Iglesias, quien deja claro que "este programa de verano no es de esos que abandonan a los niños mientras pasan las horas, sino que utiliza la metodología del juego para aprender".

Continuidad para 2018

Iglesias destaca, por encima de todo, la socialización que genera este tipo de actividades, ya que "vienen pupilos de muy diferentes zonas, con lo que aumenta de forma paralela el compañerismo". Además, "se integraron niños con necesidades educativas, como no podía ser de otro modo". Dado el éxito que está teniendo la iniciativa, que se lleva desarrollando desde hace tiempo, la concelleira garantiza que volverá a ser una realidad en el 2018. "Incluso miraremos de ampliar la oferta, pero, en principio, con vistas al año que viene, podemos afirmar que contaremos otra vez con 4 centros educativos, no sabemos si los mismo u otros, y también con las bibliotecas municipales y el aula de la naturaleza de Oira", sentencia la política popular.