Los padres que se llevaron a su bebé del hospital de Ourense este martes, en contra del criterio facultativo, estaban durmiendo en el coche. La Policía Nacional los localizó el jueves en una gasolinera próxima a la ciudad. Como ya informó este diario, la niña de 7 meses volvió a ser ingresada en el CHUO porque aún no estaba repuesta del todo de los problemas de deshidratación que sufrió tras el viaje de la familia desde Alemania. Además, una hermana de 6 años, que tenía fiebre, sigue ingresada en el centro.

Una dotación de la UPR de comisaría localizó a la familia en una gasolinera de O Piñeiral, en la que toda la familia llevaba dos días durmiendo dentro del coche: los progenitores, el bebé, la hermana ingresada y otros tres hijos. La pareja tiene un total de 5 hijos -3 niñas y 2 niños-, de los que 3 son menores de edad.

Los agentes comprobaron que la pequeña era la niña desaparecida del hospital el martes 4 de julio, donde permanecía ingresada desde el 2. Los policías llamaron al 061 para que tanto el bebé como otra hermana de 6 años fueran atendidos, siendo trasladados los dos menores al CHUO en compañía de su madre. Ambas niñas quedaron ingresadas.

El padre y los otros tres familiares fueron trasladados a la comisaría. Según la versión policial, el cabeza de familia manifiesta que el viaje desde Alemania a Ourense era para encontrarse con un pariente y buscar trabajo. El sábado 2 de julio, ayudados por un compatriota, llevaron a su hija al hospital porque lloraba mucho, quedando ingresada. Aunque no hablan nada de español, una vez que llegaron a urgencias estaban dispuestos a colaborar en todo, según el padre.

El Grupo de UFAM (Unidad de Familia y Mujer) se hace cargo de la investigación, entrevistándose con la pediatra, quien manifiesta que el día 2 de julio acudieron a urgencias dos personas de origen rumano, que prácticamente no hablan español, con una niña de siete meses con síntomas de deshidratación. La menor quedó ingresada en planta. Al día siguiente los padres volvieron a visitar al bebé con una tercera persona, también rumana, que les hace de traductor. La evolución de la niña era favorable.

El 4 de julio, el personal sanitario echó en falta a la menor, motivo por el que se puso en contacto con el 091.La pediatra hizo entrega a los policías del informe médico en el que constaba un domicilio de la ciudad. Además se dio aviso a asuntos sociales. El fiscal de menores también analiza el caso por si pudiera existir desprotección de los menores e incluso un delito de abandono de familia.

La mañana del 5 de julio, la UFAM localizó a la persona que había acompañado a los padres haciendo de traductor, quien en la toma declaración manifiesta que el sábado 1 de julio de 2017 se encuentra en el barrio de O Couto a una pareja que conocía cuando vivía en Rumanía, que le dicen que quieren llevar a su hija al médico porque llora mucho. Él se encargó de su traslado al CHUO. Al día siguiente lo avisaron para que acudiera nuevamente a hacer de traductor, ya que los padres no entendían nada. Según el testito, el padre realiza trabajos temporales en grandes construcciones en tema relacionado con la chapa y por este motivo viajan al lugar de trabajo toda la familia. El motivo de viajar de Alemania a Ourense, es porque un pariente de la pareja residía en la ciudad, pero cuando llegaron comprobaron que ya no residía en la dirección que conocían, ignorando su paradero.

Informadas las dotacinoes policiales sobre estos hechos, y ante la posibilidad de que la niña y sus padres aún continuaran en Ourense, se realiza un dispositivo encaminado a controlar aquellos lugares utilizados como parking en la ciudad. El trabajo de la comisaría dio éxito a las 13.45 horas de ayer, con la localización de la familia en la gasolinera.

¿Por qué se llevaron a la niña antes de tiempo? Según el progenitor, pensaron que podían porque la veían bien. Su intención era regresar a Alemania pero su deseo se truncó, porque se les estropeó el coche, de modo que no pudieron irse. Dumieron en el vehículo los últimos dos días. La Policía Nacional les ofreció la posibilidad de ir a un albergue, pero no accedieron porque preferían permanecer en el CHUO con toda la familia. Según la comisaría, las menores continúan ingresadas.