El último ejemplo fue el de C. F. G., un hombre con 11 detenciones previas, arrestado y encarcelado a mediados de este mes por robar a punta de pistola en una carnicería tras intentarlo antes en una clínica de fisioterapia. En marzo, la denominada "reina del descuido", la suiza S. G. B. acabó entre rejas tras su 19ª detención y después de haber sido identificada 28 veces. Los últimos datos de criminalidad permiten ser optimista a la comisaría ourensana. El total de infracciones ha caído un 7%, la delincuencia de delitos graves y menos graves, un 16%, y las denuncias por violencia de género, un 11 %, mientras que la eficacia policial -la resolución de casos- se sitúa en el 57,3% y las detenciones han aumentado un 12,54% en este primer semestre.

Entre otros factores, la Policía ve clave en la reducción de los delitos el ingreso en prisión de multirreincidentes. En lo que va de año se van "de 12 a 15 casos". Ha sido fundamental el diálogo con fiscales y jueces para hacerles notar "la alarma que generan" determinados delincuentes.

Una labor de "presión" contra la delincuencia itinerante

La comisaría también destaca la "presión sobre la delincuencia itinerante", un fenómeno delictivo que se manifiesta en robos en viviendas, hurtos en establecimientos así como estafas a mayores en cajeros, mediante el método del abrazo o con visitas de falsos inspectores del gas. Para prevenir estos hechos, la Policía establece dispositivos de control de sospechosos en las entradas de la ciudad. Hace unas semanas arrestó a dos hombres que se conformaron en juicio rápido con 8 meses de prisión tras intentar robar en una vivienda de la calle Dalí.

La bajada de la criminalidad se debe asimismo, según la comisaría, "a una actividad proactiva en la calle de las patrullas". En Ourense "hay una comunidad de delincuentes muy definida", lo que propicia detenciones en pleno delito. La autoridad policial también presume de la "calidad" en las investigaciones de la brigada judicial, así como de la prevención de los hurtos -el delito más habitual- en las grandes superficies. Se llevan a cabo controles de furgonetas y hay un contacto fluido con los responsables de los establecimientos, lo que ha permitido "identificar a más del 50%" de los autores, "bien con la detención in fraganti, o con la identificación", cuando el importe de lo sustraído no supera los 400 euros.

Los delitos "que generan mayor alarma social", como atracos, robos con fuerza o sustracciones de vehículos, se sitúan en Ourense en una tasa de infracciones por 1.000 habitantes que supone menos de la mitad del dato a escala nacional. En concreto, el dato de robos con violencia e intimidación es del 0,097% en la ciudad -ámbito de vigilancia de la Policía- y del 0,12% a nivel estatal. Los robos con fuerza en establecimientos o viviendas suponen una tasa en Ourense del 0,17 %, por un 0,22 de toda España.

Pese al déficit de plantilla

La comisaría destaca que el índice de delincuencia ha caído un 50% este año, "consiguiéndolo sin crecimiento de plantilla y con un déficit notable", con 174 agentes operativos de los 254 que deberían. En verano, a diferencia de la Guardia Civil, que contará con 20 agentes en prácticas, la Policía no tendrá ninguno. Se incorporarán 5 nuevos efectivos, pero el incremento neto se reduce a 3, porque 2 de los funcionarios actuales se jubilan. Realizar patrullas en periodo de vacaciones, con la merma adicional de agentes disponibles, supone todo un reto en los fines de semana.

En el balance de este primer semestre del año remitido ayer por la Policía Nacional en Ourense, tras la junta local de seguridad celebrada el pasado 15 de junio en la Subdelegación del Gobierno, la comisaría provincial pone en valor "la colaboración muy importante" con la Policía Local, la Guardia Civil, la Autonómica y la seguridad privada.