Un joven de 23 años, R.R.G., aceptó ayer una sentencia que le condena a un año de prisión, 40 días de trabajos en beneficio de la comunidad, una multa de 225 euros y dos años de alejamiento por un episodio de violencia de género ocurrido durante la madrugada del 10 de abril de 2016 en el bar en el que trabajaba su pareja, en Rairo, Ourense. El acusado apareció a las 1.30 horas exigiéndole a su novia que se fuese con él o montaría un escándalo y, efectivamente, lo montó.

Al negarse ella, cogió un taburete y se dirigió a los que allí estaban pidiéndoles que saliesen o les golpearía. Fue la joven la que abandonó el local y R.R. salió tras ella, cogiéndola del brazo para llevársela a la fuerza. Pero no lo consiguió, así que volvió a entrar, cogió una escoba y desató su ira golpeando todos los efectos del bar. Así lo describe el escrito de acusación de la Fiscalía aceptado ayer por el acusado, que logra así una rebaja en la condena inicial fijada en dos años y nueve meses de prisión, y 450 euros de multa.

Tras arremeter contra los efectos del bar, prosigue el fiscal, R.R. volvió a salir a exterior para intentar nuevamente meter a la chica en el coche por la fuerza. Uno de los presentes intentó tranquilizarle y recibió a cambio dos puñetazos y un empujón, por lo que estuvo un mes de baja. Cuando llegó la policía, el acusado estaba en el coche pero en lugar de bajarse, huyó a gran velocidad sin que la dotación policial lograse darle alcance. Lo encontraron en el domicilio de la chica cuando la llevaron a casa. Al ver a los agentes, se abalanzó sobre ellos "con gran agresividad" y fueron necesarios cuatro efectivos para reducirle. La indemnización por los daños y secuelas supera los 10.000 euros.