El Concello de Ribadavia procederá el lunes con la segunda fase de un plan de limpieza. Primero se lavaron todas las calles y ahora lo siguiente será proseguir con un lavado más específico, sobre todo en zonas sombrías del casco histórico donde hay musgo y suciedad que se quiere retirar con una máquina de agua caliente a presión.

Para estos trabajos el grupo de gobierno contrató a una empresa que en marzo limpió las calles en una primera fase, y ahora en la segunda se abordará la zona antigua, donde hay casos como el ábside de la iglesia de Santiago que tiene la piedra muy oscura. Explica el alcalde, Ignacio Gómez, que se quiere lavar el caso histórico debido a que cada vez recibe más visitas, y de hecho los hosteleros no recuerdan una Semana Santa tan buena como este año. Los 7 días la Oficina de Turismo atendió unas 4.000 personas, y según los indicadores debieron pasar por la villa alrededor de 35.000 procedentes de Galicia y otras comunidades.

Y en los días previos a la Feira do Viño también se quiere lavar las aceras de las rúa Progreso y rúa Ribeiro-O Carballiño.

La última fase, más adelante, consistirá en ir a las parroquias para lavar las calles una vez se terminen los trabajos de desbroce de la brigada municipal.

Explica el alcalde que debido a que la brigada municipal está desbordada de trabajo, y queda aún mucho que desbrozar, se contrató a esta empresa que ya hizo la limpieza en la Festa da Istoria y trabaja a un precio asequible.

Para todo ello el concello cuenta con una partida de entre 3.000 y 4.000 euros.