Al "99 % de probabilidades", dicen gráficamente los policías, Carlos S. G. I. efectuó 6 disparos con una escopeta de caza y causó destrozos en un súper de Ourense, sembrando el pánico, por un posible desequilibrio mental que no está diagnosticado. Nació en Bilbao hace 35 años y llevaba unos 3 meses viviendo con su padre en el mismo edificio del súper tras regresar de estudiar en el extranjero con el programa Erasmus. Al parecer, había mostrado alguna actitud extraña pero no se encontraba a tratamiento. "Dado el estado actual de alarma con el terrorismo yihadista", completan tanto en la comisaría como en los juzgados, los investigadores optan por ser precavidos y, aunque la ven improbable, no desechan por ahora esa hipótesis del todo. Es la razón de que la noche del miércoles al jueves se llevaran, tras el registro en el domicilio del piso que comparten padre e hijo, el ordenador portátil, un libro electrónico y el currículum del detenido (esto último, según las fuentes consultadas, para acreditar su actual lugar de residencia). Los agentes analizan a fondo el material informático para descartar cualquier motivación terrorista.

VÍDEO | El tirador, empuñando una escopeta, dentro del supermercado. // FdV

Carlos estuvo unos meses residiendo en Francia y otros países como Suiza, según fuentes de la investigación. Los policías comprobarán si mantenían contacto con una tercera persona, así como sus accesos a páginas web, perfiles de redes sociales o foros. Se analizarán documentos por si, según esta u otra hipótesis, el joven dejó algún texto alusivo o comunicado antes de bajar al Mercadona de su edificio para sembrar el caos. El estudio pormenorizado requerirá tiempo.

Un trabajador del establecimiento dijo haber oído al tirador proferir "Alá es grande" en árabe, aunque horas más tarde no lo tenía tan claro cuando prestó declaración en la comisaría. Es posible que se tratase de una confusión. "Puede que el individuo dijera algo en euskera y con la actual psicosis con el tema del yihadismo se pudo relacionar con eso", indican fuentes de la investigación.

GALERÍA | Revuelo a las puertas del establecimiento tras el suceso. // Iñaki Osorio

Está previsto que el detenido sea conducido al juzgado de guardia de Ourense a las 10.30 horas de esta mañana. Antes de la comparecencia ante el magistrado encargado de las diligencias, el titular de Instrucción 1 Leonardo Álvarez, el médico forense examinará al investigado para valorar el estado de sus capacidades mentales y su responsabilidad penal o imputabilidad, es decir, si puede declarar. Hasta ese acto todas las hipótesis siguen abiertas, con más o menos probabilidad: que el hombre no padezca trastorno alguno, que presente una enfermedad psiquiátrica que requiera su ingreso para estabilizarlo antes de que pueda declarar, e incluso que el examen de hoy no arroje un resultado claro. En este supuesto, explican los expertos, podría compatibilizarse la situación de cárcel con un tratamiento ambulatorio más posteriores evaluaciones forenses.

En función de dicho examen y de la propuesta del médico del Instituto de Medicina Legal (Imelga) -el informe tendrá que ser completado con otros en el curso de la instrucción del caso-, el fiscal tomará partido y el magistrado decidirá sobre la situación personal del tirador del supermercado. De este modo, cabe la posibilidad de que el hombre ingrese de forma preventiva en la cárcel con un apoyo psiquiátrico o que se acuerde su internamiento en un centro médico. En el Complexo Hospitalario Universitario Ourense (CHUO), en el Hospital Santa María Nai, existe un módulo para presos y otro para pacientes psiquiátricos con cuadros agudos. Ambos son de régimen cerrado y de estancia temporal. En Alicante hay una prisión para enfermos psiquiátricos, pero sus internos suelen ser delincuentes con una sentencia.

VÍDEO | Agentes de policía, en el exterior del local, tras arrestar al tirador. // J.F.

La Policía Nacional calificó el altercado en el Mercadona como posibles delitos de robo con violencia -pese a que este no se considera el móvil de los hechos, el hombre tenía en el bolsillo 1.200 euros de una caja-, homicidio en grado de tentativa, tenencia ilícita de armas, atentado a la autoridad y daños. A Carlos S. G. I. , que en comisaría se acogió a su derecho a no declarar, lo ha defendido hasta el momento un abogado de oficio. Los investigadores aprovecharon el día de ayer para completar el atestado. Junto al detenido, entregarán al juez las diligencias, incluidas todas las imágenes de las grabaciones de seguridad, en las que se recoge la actuación del hombre en 7 minutos.

Castro: "No estaba arrepentido"

El subdelegado del Gobierno en Ourense, Roberto Castro, compareció ayer antes los medios para hacer balance del suceso, que "por suerte" se saldó sin heridos. "Todo parece indicar" que el hombre detenido el miércoles tras irrumpir con una escopeta en un supermercado de la ciudad "no se encontraba en sus cabales, al menos de manera momentánea". Su forma de proceder no se corresponde con la de un "atraco habitual". En este sentido, Roberto Castro incidió en que tras su detención no se mostraba "arrepentido", sino como si hubiera cometido "una hazaña".

El subdelegado aprovechó para "alabar la profesionalidad" de los agentes que intervinieron en la detención y se refirió expresamente al policía local que estaba fuera de servicio y "distrajo la atención" del individuo en la entrada del supermercado. El alcalde de Ourense, Jesús Vázquez, calificó como "perfecta" la actuación y "coordinación" de la Policía Local y la Policía Nacional en el operativo de respuesta a los disparos.