Nibea Aurora Cano mantenía un trato cordial al cruzarse con los vecinos y pasaba "desapercibida" en el inmueble de Ourense donde vivió los últimos 10 años, según manifestaban ayer quienes compartieron puerta con puerta con la presunta terrorista de Colombia. La noticia de su detención, de la que algunos de los residentes se enteraban ayer mismo por la prensa, causó sorpresa en la calle Francisco de Moure. En el cuarto piso del número 4 residía sola. "Era amable y callada, la típica persona que quería pasar desapercibida", decía ayer una de sus vecinas.

"Únicamente una vez me contó que tenía a su madre mala en Colombia y que pensaba ir a verla", comentó una de las residentes, que se declaró "sorprendida" por la detención ejecutada la tarde del lunes por orden de la Audiencia Nacional.

Ninguno de sus convecinos recuerda ningún comportamiento sospechoso de la mujer -"nunca vimos nada raro"- y niegan problema alguno de convivencia. "Era una persona poco habladora, muy tranquila", insistían ayer.