Niños y niñas de 13 a 17 años llegados de colegios de toda España, la mayoría gallegos, han hecho estos días de Galiciencia 2015 la "meca" del talento a través de 75 proyectos en los que muestran que a pesar de su juventud tienen los pies en la tierra, y ponen en muchos casos ingeniosos remedios para solucionar los problemas de contaminación, inseguridad vial, derroche energético o las agresiones al medioambiente, que le han dejado en herencia sus mayores.
Proyectos llegados desde Sabadell , Cataluña como el de Miguel Cano y Jiayi Ji que ha sido premiado ya con el Exporecerca 2016, y en el que tras un detenido estudio demuestran que las centrales nucleares, aún las que se dice funcionan adecuadamente, generan en su entorno fugas y parámetros de radiactividad muy por encima de lo permitido y nocivos para la salud. Su trabajo se realizó con tomas de muestras de aguas de un río próximo a la nuclear de Ascón, de una fuente y del agua de lluvia.
"El agua del río próximo a la nuclear de Ascón tenía niveles de tritio una sustancia radiactiva muy superior a las otras tomas " explican . Su estudio echó por tierra las teorías de los grupos que apoyan la central pues el río presentaba un nivel 8 de tritio, frente a 3 del agua de la fuente 1 y la de la lluvia. Es decir que hay fugas radiactivas. Una segunda parte del experimento demostró que las hortalizas regadas con esas aguas del río, presentaban casi el mismo nivel de tritio, y el consumo es potencialmente cancerígeno para la salud.
Natalia Fariñas, alumna de las Aulas Tecnológica llegó de Ponteceso para traer su "espantallo 2.0". "En Ponteceso hay muchos cultivos que cada año arrasan los pájaros, así que mi hipótesis consistía en saber si era capaz de hacer un espantapájaros tecnológico; hice uno humanoide tradicional luego o mi prototipo piramidal" explica.
Funciona cuando hay sol deslumbrando a los pájaros con un papel metalizado o con luces led que se enciende, si es día nublado cuando un sensor detecta movimiento. En Ponteceso la aves ya no destrozan los sembrados de Natalia.
Por su parte Eva Díaz y Manuel Diz , alumnos del colegio Apóstol Santiago de Vigo, hicieron un estudio microbiológico de diferentes partes de su colegio. "Fuimos poniendo placas de petri, (recipientes de vidrio de laboratorio), las abrimos en diferentes puntos del colegio las cerramos y dejamos que crecieran los microorganismo "explica Eva . Dividieron por tipos los microorganismos y comprobaron que había más en el colegio que en un bosque "y donde más, en las aulas y los baños algo que nos sorprendió, pero luego comprobamos que las personas transportamos muchos hongos y bacterias y estas están donde hay más flujo de gente"
Del colegio David Buján de Cambre, llegaron a esta prolífica edición de Galiciencia 2016 que se celebra en la Tecnópole Noa Viñas y Hugo Cortés, alumnos de cuarto de ESO, quienes crearon una aplicación móvil para geolocalizar nidos de avispa asiática. " Aprovechamos que teníamos cerca del instituto Protección Civil y que estábamos aprendiendo a programar. La aplicación permite geolocaliza, sacar foto a los nidos de avispa asiática. Esto se comparte en unos correos que luego se envían a Protección Civil que es la que procede a su extermino. "Hicimos una aplicación fácil para no iniciados y cualquiera puede colaborar.".
Raquel Cancela y María Alonso, alumnas de tercero de ESO del IES Rosalía de Castro de Santiago de Compostela, llegaron a Galiciencia con una maqueta de un bus urbano que incorpora en extremos, del lado del conductor dos barreras hidráulicas que se accionan al mismo tiempo que la apertura de puestas de apertura del bus.
Esas barrera obligan al viajero una vez abandonado el autobús, a desplazarse y alejarse unos metros de ese autobús poder para salvar la barrera "y eso hace que los turismos que pasan por los otros carriles, tengan más margen de visión para detectar al peatón que va a atravesar la calle y no lo atropellen", explican.
Del colegio Santiago Apóstol de Soutomair, llegó un invento de Max y Jorge Cuéllar que causó expectación. Está basado en la cocina molecular, "un método de cocina moderna que están aplicando todos los chefs", explicaban ambos mientras removían un yogur, lo pasaban por aginato de sodio con agua y lo daban a probar para mostrar como ese proceso hace que se cree una bola solida en el exterior y blanda por dentro. ¿Aplicaciones? pues se puede hacer un puré con las verduras más detestadas por los niños, darle apariencia de gominola y que estos las coman sin rechistar.
Pero Galiciencia es esto y muchos más, edredones fabricados con toallitas y pañales usados, análisis sobre los daños del aceite de palma en los alimentos; dentífricos elaborados con estevia así como decenas de aplicaciones móviles para losmás diversos usos. Hoy se fallan los premios, pero los 75 trabajos merecen un diez.
