La apertura de la residencia universitaria del campus de Ourense deberá esperar, después de que un informe de la asesoría jurídica fuese desfavorable, a pesar de que contaba con el visto bueno de otros técnicos municipales, en este caso del área de Urbanismo. Pero desde el Concello se analizan alternativas para poder conceder la correspondiente licencia de ocupación, una vez se presentó la documentación solicitada.
El problema que plantea el mencionado informe de la asesoría jurídica está relacionado con la aplicación del Código Técnico de Edificio, de 2010, que marca una serie de requisitos, entre los que se encuentran los de seguridad. Un planteamiento que suscita discrepancias, por entender que con anterioridad no eran necesarios, en alusión a que se abrió y estuvo en funcionamiento antes de la nueva modificación del mencionado código.
Pero la realidad es que el freno a la apertura de la residencia universitaria ya fue puesta en conocimiento de los responsables de la Universidad de Vigo, que a su vez trasladaron la situación a los alumnos que habían formalizado la petición para poder residir durante el presente curso.
Y aunque fuentes municipales consultadas por FARO esperan poder resolver la situación planteada y que la residencia pueda abrir lo antes posible, dejan claro que a día de hoy, y con el informe de la asesoría jurídica, no es factible. Lo que está previsto es mantener reuniones, tanto con los técnicos municipales como de la propia Universidad de Vigo, para la puesta en funcionamiento.
