Una sentencia del juzgado de Menores de Pontevedra obligaba a un joven a realizar 3 meses de libertad vigilada, con la obligación de asistir a un centro de día. Estaba obligado a acudir a la instalación entre el 28 de mayo y el 25 de agosto de 2013, pero dejó de hacerlo porque, según manifestó, "le tomaban el pelo". El joven será juzgado por un delito de quebrantamiento de condena. El fiscal solicita como castigo una multa de 2.160 euros.