Para conocer la anatomía y fisiología circulatoria o para valorar cómo funciona el corazón y si hay algún defecto congénito, se introducen catéteres. La aplicación previa de una pomada anestésica en la zona donde se realizará la punción para introducir estos tubos estrechos en la arteria contribuye a reducir el dolor que siente el paciente y evitar así el espasmo del vaso sanguíneo, que complicaría la prueba. Esto es lo que quiere demostrar la Unidad de Enfermería de Hemodinámica del Chuvi a través del estudio con 200 casos, que ha sido galardonado por la Sociedad Española de Cardiología. La autora del trabajo, pionero en Galicia, es la enfermera Purificación Mogollón Cardero, que cuenta con el apoyo del cardiólogo Víctor Alfonso Jiménez.