Es una constante en el devenir de la gestión del gobierno municipal. Los problemas con la mayoría de la concesionarias de diferentes servicios en régimen de gestión privada llevan a que se adopten decisiones para dar respuesta a las denuncias y críticas.

Así, el Concello acaba de resolver el contrato firmado con la empresa Aspanas Termal, adjudicataria del control, mantenimiento y explotación del área termal de Outariz y la Burga de Canedo, kiosco-bar incluido. De esa forma concluye el expediente abierto en su día para la rescisión de dicho contrato, que arrancó del informe previo de control que constataba que la adjudicataria estaba incumpliendo obligaciones "fundamentales" de dicho contrato.

Las denuncias de los vecinos de la zona, así como de los numerosos visitantes que acudían, por tratarse de unos de los enclaves termales con que cuenta la ciudad, también se sumaron a los informes emitidos por los técnicos municipales. Una situación que lleva consigo que por parte del Concello se asuma temporalmente el mantenimiento del área termal, aunque se señala que el kiosco y bar continuará cerrado hasta que no se proceda a una nueva contratación.