Los cauces del Arnoia, en Allariz, del Támega, en Verín, así como del Avia, en Ribadavia, rebosan estos días y si bien no se ha decretado situación de alerta en ningún embalse de la provincia, sí aparecían ayer en situación de prealerta naranja dos embalses del río Sil, en el Barco de Valdeorras, y el de Albarellos, en el Avia, a causa de la rápida la subida del caudal del agua embalsada en los dos últimos días.
En el último balance de estado de los embalses aportado por la Confederación Miño-Sil a las diez de la noche de ayer, el embalse de Os Peares estaba al 98,63 por ciento de su capacidad y el de Velle, en la ciudad de Ourense, cuya obligada apertura de compuertas ha influido en el total anegamiento de las instalaciones termales, estaba anoche a casi el 91% de su capacidad pese a los millones de litros de agua aliviada. También estaba al 95 por ciento de su capacidad el embalse de Frieira en el río Miño.
Las lluvias caídas han colocado por encima del sesenta por ciento el agua embalsada en la presa de Cachamuiña, que abastece la ciudad, un dato positivo que deja por ahora el temporal, dada la situación de mínimos que presentaba en el último mes del año este embalse por culpa de la escasez de precipitaciones.
Las previsión de Meteogalicia es que el temporal de lluvia con vientos ocasionales siga en Ourense durante la jornada de hoy, amaine el martes y vuelvan las lluvias en la jornada del miércoles, todo ello acompañado por temperaturas que no bajarán de los 14 a 16 grados, y con mínimas en torno a los 9.
Pero estas lluvias, que llenaron los embalses y sitúan a alguno de ellos en situación de prealerta y las altas temperaturas pese a encontrarnos en pleno invierno, no han sido tan beneficiosas para la estación de Manzaneda, la única estación de esquí de Galicia, cuyas previsiones de reabrir el domingo las pistas para la práctica del deporte blanco se frustraron este fin de semana.
Según el parte enviado ayer desde la estación, abrieron todas las instalaciones deportivas y de ocio pero ninguna de las pistas y dotaciones que permiten la práctica del esquí, al fundirse la nieve.