Han hecho de la Tecnópole su casa y han decidido enfocar el internet de las cosas al campo de la empresa. El caso es si los negociones ourensanos, con fama de muy tradicionales están preparados para dar un salto así.

"Uno de nuestros clientes es un negocio, que comenzó siendo una pequeña tienda familiar y que fue creciendo poco a poco", explicaba Moisés Mateo. Un negocio que después de muchos años en el sector se ha dado de bruces con el comercio online. "Sus principales competidores no son las grandes cadenas o las franquicias, si no internet", aclaraba Mateo.

La cuestión es la siguiente. Sus propietarios observan, cada vez más a menudo el mismo comportamiento entre los clientes que los visitan. "Nos cuentan que los consumidores acuden a la tienda ven los productos, los tocan, se asesoran con el personal, pero nunca compran", contaba el gerente de "Clicisa". Lo que pasa es que los clientes tras comprobar en la tienda física que el producto le interesa, después lo compra a grandes proveedores que venden sus artículos por internet.

"Así si no hacen algo rápido para diferenciarse, estos negocios se convertirán en meros escaparates de las tiendas online", sentenciaba. La alternativa la ofrecen ellos mismos. "Ya estamos diseñando un proyecto para este cliente basado también en los servicios de Google y iPhone que permiten detectar las personas y lugares del entorno", así esta empresa podrá personalizar al máximo los servicios que ofrece a sus consumidores y detectar los puntos débiles que puedan existir en la atención, o tentarlos con descuentos, herramientas que en definitiva eleven las ventas.