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Xan de Arzúa vuelve a espantar a los impíos, en la proccesión del Corpus de Allariz

Miles de personas participan en esta cita que recrea un episodio real del siglo XIV

Xan de Arzúa volvió a ser ayer el protagonista indiscutible de la procesión del Corpus de Allariz, a la que asistió a lomos de un poderoso buey, con el que recorrió las calles del casco histórico de este municipio ourensano, para espantar a los judíos y evitar las mofas, que desde antiguo, le profesaban a los fieles cristianos con motivo de esta cita religiosa.

Claro que, ayer, tanto Xan de Arzúa como su buey, eran tan solo personajes figurados de cartón, con los que la villa alaricana recreó un episodio real, que es hoy eje temático de su Festa do Boi, que recuerda lo ocurrido en el siglo XIV en la villa. En aquel momento los lugareños cristianos convivían con una pujante población judía, que cada año al llegar la procesión del Corpus se mofaban y hacían burlas de este rito cristianos.

Un momento de la procesión del Corpus ayer en Allariz. // Iñaki Osorio

Xan de Arzúa, un hidalgo de la villa, decidió que alguien tenía que acabar con aquel escarnio y decidió asistir a la procesión del Corpus montado sobre un imponente buey y acompañado de sirvientes, que golpeaban con sus varas a aquellos judíos que trataban de hacer mofa de la procesión cristiana, al tiempo que les lanzaban hormigas y cenizas. La puesta en escena surtió efecto y cada Corpus, los judíos de Allariz optaron por quedarse en casa.

Siglos después la fiesta, que solo vivió un parón durante el siglo XX pues estaba amparada por una pragmática real, "por ser fiesta de antigua costumbre y de origen devoto", derivó en la actual Festa do Boi, y dura nueve días, desde el sábado hasta el 7 de junio inclusive.

En ese largo lapsus festivo, no faltan las "carreiras do boi", que se se entremezclan con cultos religiosos y recreación de episodios como el del señor del sedeño, que no era otro que el que guiaba con una cuerda por las calles de Allariz a ese "boi" encargado de poner a raya a los judíos y defender la fe cristiana.

La Festa do Boi crece cada año y en esta edición son cuatro los bueyes que el sábado llegaban a la villa, para participar en esa primera carrera de prueba en la que los mozos ataviados de blanco y con pañuelos rojos al pescuezo, en una especie de San Fermín a la gallega, corren las calles para huir del espantado buey que les persigue.

Para Xan de Arzúa tampoco acaba la fiesta pues permanecerá colgado del balcón del ayuntamiento como ejemplo de una lucha contra los "impíos" judíos, hoy de connotaciones exclusivamente festivas.

Hoy y a pesar de que el calendario dice lunes, 1 de junio, es decir día de trabajo, la fiesta continúa con una "carrera matinal do boi" a las 7 de la mañana, y rutas histórica luego desde la zona de O Arnado e O Arnado a partir de las 6 de la tarde.

A las 19 horas habrá carreira do boi infantil, esta figurada y sin riesgo y a las 21 horas de hoy "sesión adulto", con la Carreira do Boi propiamente dicha solo para los más atrevidos y rápidos de la casa.

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