Los puntos kilométricos del paseo del Miño que recientemente colocó la Concejalía de Medio Ambiente están en el punto de mira de las criticas de la oposición, en este caso del grupo popular, sobre todo en lol que se refiere al que se encuentra en el Puente Romano, por carecer del correspondiente permiso de Patrimonio.

Así, los populares advierten de que a día de hoy, esa instalación -el punto kilométrico 12,722- carece del permiso, y ni siquiera consta solicitud para su tramitación en el departamento de Patrimonio que depende de la Xunta, por lo que denuncian la "insumisión" y la "falta de previsión" derivada ya en una "auténtica falta de respeto hacia uno de los Bienes de Interés Cultural (BIC) de la ciudad".

Además, también cargan sus criticas en que estas "chapas de hierro microperforado" sobre una base de hormigón y control por GPS, fueron instaladas en total 25 para señalizar los 12,5 kilómetros que conforman los paseos en las riberas del Miño, teniendo un coste económico para las arcas municipales de 25.246 euros; es decir, a más de 1.000 euros cada punto.

Pero si el coste ya resulta "llamativo y desproporcionado" para los populares, más sorprendente es que se instalasen dos de estos "pivotes" en el Puente Romano (los correspondientes a los kilómetros 0 y el 12,5, a ambas lados del monumento arquitectónico).

Y recalca que se trata de uno de los monumentos singulares y más representativos de la ciudad, construido en el siglo I después de Cristo, y dentro de una ramal de la vía XVIII o Vía Nova y que fue declarado monumento histórico el 6 de abril de 1961. Por lo que la actuación del gobierno socialista muestra que "perdieron completamente la vergüenza y no albergan un mínimo de respeto hacia uno de los símbolos monumentales de la ciudad," como así aseguró el edil José Luis Valcarce.

La denuncia, con acompañamiento de críticas, realizada por los populares causó sorpresa y cierta hilaridad por parte de la edil de Medio Ambiente, Susana Bayo, y dejaba claro que el punto kilométrico en cuestión "no está en el Puente Romano, y si en las inmediaciones", por lo que, en principio, no se consideró necesario pedir permiso alguno. Además, aclaró que los técnicos "no lo consideraron así", aunque aseguró a FARO que "estamos dispuestos a analizar esa cuestión".

En cuanto al coste, algo más de 1.000 euros cada uno, Susana Bayo lo justifica debido al proceso: "Se tienen que hacer, pintar y hacer las obras para su colocación y adaptarlos al sistema GPS", además de subrayar que fue una iniciativa de la Concejalía de Medio Ambiente que "recibió muchas felicitaciones por parte de ciudadanos".

Y pasa al ataque en lo que a costes se refiere, y pone como ejemplo la obra en la plaza de las Mercedes, que fue de lo más cuestionada, así como otras que hicieron con anterioridad los gobiernos del Partido Popular, que superaron "con creces el coste de estos puntos kilométricos".

Por último, Bayo aconseja a los populares que se preocupen de asuntos "mucho más relevantes para los ciudadanos", y sobre todo que planteen propuestas "constructivas".