En más de 20.000 hectáreas de espacio verde en el discurrir del río Arnoia, Allariz ha puesto en marcha un festival internacional de jardines que el alcalde Francisco García no duda en calificar de "referente" para la jardinería y el paisajismo a nivel internacional. El éxito de las tres ediciones anteriores le ha proporcionado el valor de la innovación y este año, como novedad, el festival fusiona la arquitectura natural con la escultura, incorporando al circuito expositivo más de 20 piezas de gran tamaño de artistas de la talla de Buciños, Juan Lomarti, Acisclo Novo, Luis Pachón, Francisco Escudero, Xaime Piñeiro o Xosé Lois Carreira. El interés de los autores augura continuidad a esta iniciativa que convertirá el festival en una plataforma artística.

La cuarta edición arrancó el viernes por la tarde con el aval de haber recibido 45.000 visitantes el año pasado, lo que permitió ingresar 34.000 euros en entradas (2 euros para público general, 1 euro para jubilados y grupos, y gratis para los empadronados en Allariz). El reto de 2013 es "la consolidación definitiva", señala el alcalde.

Hasta octubre, el festival mostrará 11 propuestas y una a más a cargo del autor más votado el año pasado. Son montajes cambiantes según la floración y el ciclo de las plantas pero también arte vegetal que llama a la reflexión. Si este año es la belleza de Allariz la fuente de inspiración de los paisajistas, el año próximo la palabra clave será la "abundancia". García explica que este lema tiene una doble interpretación, por un lado las "múltiples sensaciones" que proporcionan los jardines, y por otro, la "retranca" en relación con "esta política de destrucción de la cultura y del estado de bienestar".

Desde el viernes que se abrió al público, los jardines no han dejado de recibir visitas. El paseo comienza por un entramado de pasarelas obra del grupo Paivert de Alicante, que eleva al visitante para que comprenda la belleza que transmite Allariz en todo su territorio. Dos arquitectos gallegos formados en la Universidad de Dublín, Paloma Mourín y Martín Pereiras, proponen a continuación condensar el paisaje y los colores que las cuatro estaciones dibujan en la villa en una parcela diseñada a modo de laberinto que recuerda las calles del centro histórico con paradas y saltos entre senderos desde los que observar los elementos vegetales.

Envueltos por el verde y el diseño, los visitantes acceden en tercer lugar a un montaje en el que el pasado, el presente y la naturaleza, representados por un puente, el hierro como elemento y un bosque, respectivamente, conviven con la misma armonía que sus autores apreciaron en Allariz.

El equipo de arquitectos paisajistas austríaco propone buscar un tesoro que no es otro que la belleza individual. Camille Thibert y Pedro Marzorati encuentran esa belleza en el desaparecido y legendario "carballo de Santa Mariña" de Augas Santas, reconstruido con planchas de madera que lloran lágrimas contra la deforestación.

André Nascimento ofrece al visitante dos espacios diferenciados, el geométrico y el natural, que representan los dos principales encantos de Allariz, el monumental construido y el paisaje que lo envuelve. En la siguiente parada, el grupo Pucheroa construye la ciudad verde del siglo XXI a través de refugios vegetales con fotografías del Allariz antiguo.

Justo enfrente, el Xardín das Pías de Aurora Armental Ruiz y Stefano Ciurlo Walker se inspira en el patrimonio industrial y etnográfico de la villa a través de formas graníticas vestidas con floraciones multicolores que no respetan la "pía" en homenaje a la libertad ordenada con la que la vegetación ocupa los espacios olvidados por el hombre.

El grupo VN Design Group se centra en la fusión entre tierra, vegetación y agua, y en la décima parcela, el ganador de 2012, Raúl Diniz, propone la vida surgida del agua a través de esculturas gigantes inspiradas en el carnaval brasileño. La propuesta holandesa en el festival es un diseño de flores silvestres amarillas que dignifican la labor de polinización de las abejas. Carlos Arias cierra el festival con un ensayo de jardín imposible sin alguien que lo observe.