La fiscal pide para José Ramón Rodríguez Verísimo, de 45 años, la pena de 9 años de prisión al considerarlo presunto autor de una violación a una joven de 17 años, un caso que se llevó a juicio ayer en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Ourense.

La acusación particular eleva la petición del fiscal a 12 años alegando que la joven, después de estos hechos, sufre diferentes traumas que afectan incluso a sus relaciones de pareja. También solicita 28.000 euros como indemnización.

La víctima de los hechos, que declaró ayer, explicó que una noche del mes de julio de 2003 cuando se dirigía a su casa, en torno a las 2.30 horas de la madrugada, fue abordada en el Puente Romano por un desconocido que “me tiró al suelo arrastrándome y tirándome por las escaleras que van a dar a la Capilla de los Remedios”. Una vez allí, según la versión de la joven, la inmovilizó, se bajó los pantalones y la obligó a hacerle una felación.

“Después de esto”, añadió, “cogí un taxi y fui a la Policía Nacional a denunciar los hechos, aunque no pude identificar bien a la persona porque estaba muy nerviosa”.

El acusado declaró que no conocía a la joven y que no la violó y precisó que “el hecho de que el semen hallado en la chaqueta de ella coincidiera con el mío pues pudo darse porque en ese momento yo me estaba separando de mi mujer y llevaba una vida loca”.

La detención de este hombre se produjo en septiembre de 2007 cuando la víctima llamó a la Policía tras localizar a su agresor en una discoteca de Ourense.

De todas manera, había declarado que dos meses antes también en otro local se le había acercado y le dijo “¿no te acuerdas de mí?”.

Durante las conclusiones que todos elevaron a definitivas, el abogado de la defensa precisó que no está claro que hubiese sido una violación, porque sí es cierto que hubo un contacto corporal, porque quedó claro con las pruebas de laboratorio, pero indicó que el hecho de que fuera a la fuerza se pudo comprobar porque “si la denunciante dice que la arrastró por el suelo y la tiró por las escaleras, los peritos sólo observaron que presentaba una erosión parcial en un dedo, sin hematomas ni otros golpes, cuando debería haber sido así”.