El director, actor y autor teatral de Moaña, vinculado a Cangas, Celso Parada, volvió ayer a estar muy presente en el recuerdo de todos, con motivo del homenaje póstumo que le rindió el I Congreso do Teatro Galego, celebrado desde el miércoles en Santiago, y en el que también se rindió homenaje a los desaparecidos Ernesto Chao y Gustavo Pernas. En el escenario de la Cidade da Cultura de Santiago y para recibir la medalla, a título póstumo, de la Academia Galega de Teatro, estuvo la viuda de Celso Parada, Isabel Ávila.

El homenaje se realizó en la clausura del Congreso, organizado por la Academia Galega do Teatro y sirvió también para nombrar miembros de honor a Manuel Lourenzo, María Xosé Queizán y Luis Álvarez Pousa. La jornada se convocó, en palabras de los organizadores, para rendir homenaje a toda una generación que trabajó para que la escena gallega existiese".

En el Congreso se analizó la experiencia acumulada en el teatro gallego en los últimos cuarenta años, los retos que afronta en la actualidad y los modelos externos de los que se pueden extraer enseñanzas de futuro.

Más de sesenta especialistas participaron en conferencias, mesas de debate, comunicaciones personales y debates plenarios para analizar el presente desde una perspectiva académica y diseñar los principios de un plan estratégico y de una legislación que ampare la creación y distribución escénica en la próxima década.