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Ramon Cabanillas busca sobrevivir

La actividad comercial de la travesía de Moaña agoniza y el Concello contempla escaleras mecánicas para su mejora

Antigua casa consistorial de Moaña. // FdV

La propietaria de la Panadería Diz, uno de los negocios históricos de la calle Ramón Cabanillas de Moaña, recuerda cuando esta travesía que forma la PO-551 a su paso por O Morrazo, era empedrada y de niños jugaban en ella. La panadería lleva cincuenta años en su ubicación actual en el cruce con Batalla do Callao, pero antes estaba en el número 172, un tramo que era centro urbano de Moaña, donde estaba el médico y la farmacia. Aquel centro empezó a resquebrajarse cuando los médicos pasaron a la Casa del Mar, en Concepción Arenal, la calle de abajo que con el paso de los años fue quitando todo el protagonismo a esta travesía y hoy se debate cómo reinventarse y si las escaleras mecánicas, como plantea el Concello en el Plan de Mobilidade Sustentable (PMUS) que ha elaborado para el municipio, son una opción.

El tramo central de la que fue la gran travesía de Moaña tiene la mayoría de los bajos vacíos, como el de la antigua farmacia, que se alquilan o venden. Solo resisten algunas de las tiendas históricas como la Mercería Cancelas, el negocio más antiguo de Moaña: o Vicky Moda Infantil, que lleva abierta 43 años. Hay intentos, pero pocos, de empresarios atrevidos que abrieron recientemente algún bar o una tienda de animales., entre otros negocios. De este declive comercial de la travesía, no hay que culpar a la pandemia del coronavirus, sino al crecimiento del casco urbano hacia el sur, hacia O Rosal, y al poco atractivo de la calle, sin plazas de aparcamiento, pero con problema de ruido de los coches que circulan hacia Cangas o hacia Rande; y sin casi conexión con la zona del mar.

La travesía está comunicada con Concepción Arenal a través de pequeñas calles transversales entre las dos rotondas que marcan el inicio y el final: Lestón y Portal do Almacén. La mayoría son peatonales con el agravante de que buena parte tienen escaleras. Está la travesía peatonal de Xogo da Bola, frente a la iglesia del Carmen; otra pequeña de tres escaleras que pasa por la farmacia, el calexón de Fonte Can, por donde se puede bajar en coche; dos pequeñas canexas -una de un metro de ancho y la otra de poco más-, antes y después del antiguo Concello; la calle Constantina Pérez Calvar, que va a dar frente a la plaza de abastos, la famosa Canexa, dedicada a Cándida Lago, que era la gran travesía que unía a pie la parte alta de Moaña y la baja, y que sigue mitad con escaleras y mitad hormigonada; la travesía da Martinga, por donde solo pueden ir vehículos a los garajes; y la travesía do Xaldeiro, ya más cerca de la rotonda de Portal do Almacén, que es peatonal, con escaleras y hormigón.

Ramón Cabanillas recibió su gran estocada cuando en 2003, la casa consistorial se trasladó a la nueva urbanización de O Rosal, en As Barxas, por donde creció el casco urbano, mientras que el paseo marítimo fue dando más y más protagonismo a la calle Concepción Arenal, que ahora hace sombra a la que lleva el nombre del poeta galleguista y que fue secretario en este Concello. La antigua casa consistorial alberga hoy Cáritas, es la sede de Protección Civil y en el antiguo salón de plenos ensaya una coral.

Josefa Costa sigue residiendo en aquel centro urbano de Ramón Cabanillas, en el inmueble original de la panadería Diz y reconoce que la travesía tiene muy pocas tiendas y se ha convertido en un ir y venir de coches, con mucho ruido. Junto a su portal, en el bajo de la antigua farmacia se siguen viendo restos del viejo mobiliario en una imagen muy extendida en esta calle en donde los carteles de las inmobiliarias y los números de teléfono de se vende o se alquila llenan los escaparates que en su día mostraban ropa, perfumes, joyas, ofertas de viajes o dejaban oír cantos de pájaros de una tienda de animales.

La calle necesita de ideas para sobrevivir. Aunque para la responsable de la mercería Cancelas Collazo, que comenzó su suegra hace más de 50 años, "hace más daño internet que no tener aparcamiento". Entiende que es una competencia muy desleal porque no paga los impuestos que el comercio local y asegura que tan pronto como se jubile esta generación, la que viene no va a coger el relevo "porque no es una opción de negocio".

El Concello elaboró el año pasado un Plan de Mobilidade Sustentable (PMUS) para todo el municipio, en donde figuran unos objetivos de mejora de accesibilidad en esta travesía y transversales Plantea como solución escaleras mecánicas, al estilo que está haciendo Vigo en la Gran Vía. En el caso de Moaña se diseñan tanto en la rúa Canexa como en la calle del barrio de O Real Almirante Méndez Núñez, que conecta la parte de abajo con Portal do Almacén. El proyecto en A Canexa se eleva a 530.000 euros. El PMUS señala que está rúa presenta problemas de accesibilidad debido a su elevada pendiente, salvada con escaleras que la recorren en su totalidad. El Plan contempla dotar a Ramón Cabanillas con una plataforma única con elementos de calmado de tráfico que dé continuidad a la senda peatonal prevista en el barrio de O Real, conectando así con la rúa Canexa, salvada con estas escaleras mecánicas. Con ello, según consta en el Plan, se salva la accesibilidad universal, para que puedan hacer uso de las mismas sin ninguna barrera arquitectónica; y se mejora el confort y las posibilidades de desplazamiento a pie de los habitantes. También se proyecta una rampa en la estrecha calle que une Ramón Cabanillas y Arenal frente a las pistas de deportes, con un importe de 16.500 euros.

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