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La pandemia saca la música al aire libre

La banda de Moaña traslada sus ensayos al escenario del palco de la alameda

Arriba, ensayo de Airiños do Morrazo en la alameda con distancia entre los músicos; Iizqda., primer concierto tras el confinamiento en San Benito.

La música de las bandas de O Morrazo se va abriendo paso poco a poco después de que los meses de confinamiento cortasen de golpe los ensayos y anulasen los conciertos programados. Este domingo la Banda Belas Artes de Cangas celebró su primer concierto del año y la Banda Airiños do Morrazo de Moaña lleva ya dos actuaciones -en San Benito en julio y en San Lourenzo en agosto, ambas en Domaio- aunque con un grupo reducido de músicos limitado a 25 de los cerca de 40 componentes de la agrupación.

El director de Airiños do Morrazo, David Pérez, explica que la medida más llamativa que tuvieron que adoptar al regresar a los ensayos en julio fue cambiar la ubicación de los mismos. Para deleite de los viandantes, en vez de realizar los ensayos colectivos en el sótano del Palco da Música de la Alameda, tienen que subir al propio escenario, para poder mantener la distancia social y garantizar una adecuada ventilación. También fue habitual en las últimas semanas ver a estos jóvenes músicos ensayando directamente en la Alameda con la ría de Vigo como telón de fondo.

Realizan dos ensayos generales a la semana que pueden ser presenciados por los vecinos por primera vez. "Siempre que el tiempo lo permita. Es extraño tener que estar pendientes del tiempo para programar los ensayos", apunta David Pérez. Para el otoño, si el Gobierno no incrementa las restricciones y vuelve a poner freno a esta actividad, plantearán practicar en alguna instalación como un pabellón deportivo, sacrificando la acústica por poder mantener la distancia entre los músicos durante los días de lluvia.

El sótano del palco lo pueden seguir utilizando para los ensayos por secciones, con uno semanal para los músicos de viento madera y otro para los de viento metal. En estas prácticas no suelen superar los 15 integrantes.

El director explica que la directiva de la Banda juega un papel muy destacado en el cumplimiento de las nuevas medidas sanitarias, encargándose por ejemplo de ubicar y desinfectar las sillas.

Sus conciertos en Domaio llamaron la atención tanto por la separación entre músicos como por el hecho de que los percusionistas portasen mascarilla en todo momento en plena actuación.

En lo que resta de verano Airiños do Morrazo no tiene previsto un nuevo concierto, pero sí tiene la intención de tocar en noviembre con motivo de Santa Cecilia. Al igual que ocurre en Cangas, esta actuación queda pendiente de la evolución de los rebrotes de Covid-19 que sufre Galicia.

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