Presume Félix Juncal de tener un gobierno verde y de hacer esfuerzos para la reducción del gasto energético, y qué mejor manera que abandonar el vehículo de cuatro ruedas para entregarse a los brazos de una moto eléctrica. Y así, aprovechando el buen tiempo, salió ayer con su traje de los domingos para acudir a la misa del Carmen, y tampoco se olvidó de pasar por las obras de la piscina municipal para comprobar su evolución. La sorpresa saltaría después cuando su moto no quiso arrancar -juró y perjuró a los suyos que no era una cuestión de la batería- y se vio obligado a recurrir a medios menos ecológicos para poder llegar a su casa.
O ROMPEOLAS