Los presupuestos municipales de Bueu para el año 2019, a punto de finalizar, aún deberán esperar un poco más para entrar en vigor. El plazo de exposición pública finalizó ayer y se registró al menos la entrada de una alegación, lo que obligará a una convocatoria de la comisión informativa de Facenda para estudiar el escrito, dictaminar si se acepta o no y llevar de nuevo el expediente a pleno. La reclamación está presentada por un funcionario municipal, que también es representante sindical, y advierte de la presencia de "errores" en el cuadro y catálogo de personal, lo que implicaría que el documento económico no concuerda "con la realidad efectiva" del Concello.
Entre esos posibles errores, el funcionario enumera que el consistorio cuenta con cuatro conserjes de mantenimiento en colegios y pabellones y que en catálogo solo figuran dos; la plaza del enterrador municipal, ocupada desde hace años, aparece sin que a su titular se le reconozcan los trienios, algo que también ocurre con los operarios de limpieza, peones de obra y los "mal designados auxiliares de biblioteca"; y apunta discrepancias entre el catálogo y el anexo de personal a la hora de fijar el número de conserjes subalternos de edificios públicos. La alegación también hace referencia a la situación de la plantilla de la Policía Local y afirma que la prestación de este servicio básico "cada año empeora" por la falta de personal.
El escrito denuncia la ausencia de una partida presupuestaria para el pago pendiente de la paga extra que los empleados municipales dejaron de percibir en 2012. En 2017 se hizo efectivo un importe del 10% y el responsable de la alegación argumenta que el Concello de Bueu está en disposición de abonar el resto después de que cerrase el ejercicio económico 2018 con un remanente positivo de tesorería. También denuncia la falta de cumplimiento del acuerdo adoptado en las mesas generales de negociación para que los empleados públicos que se encuentren de baja cobren el 100% de su sueldo, algo que ya fue objeto de discusión en un reciente pleno.
La reclamación hace referencia a la falta de otras partidas que se consideran necesarias, como la actualización del Libro de Bens Municipais, que no se aborda desde el año 1968, o actuaciones de mejora y mantenimiento en edificios municipales en uso. Un ejemplo es el caso del centro sociocultural de Cela, donde se ubica el archivo municipal y una biblioteca. Afirma que llueve dentro del edificio y el ascensor lleva dos años fuera de servicio. También se cita el caso de la máquina de hielo de la plaza de abastos, que lleva meses sin funcionar, o distintos edificios municipales que acumulan suciedad y hierba.
